El Veloláser suma 250 denuncias por exceso de velocidad desde julio de 2018

Los nuevos radares de velocidad que incorporó la Guardia Civil de Tráfico a mediados de 2018 han detectado casi 250 infracciones en sus primeros siete meses de funcionamiento, una cifra en la son mayoría los grandes excesos de velocidad que acarrean una pérdida de puntos en el carné. La primera vez que se utilizó el dispositivo fue el pasado mes de julio y desde entonces se está moviendo por la provincia tanto el Veloláser que posee el Subsector de Tráfico de Badajoz como el aparato que ha incorporado el Sector de Tráfico de Extremadura, que trabaja en las dos provincias extremeñas.

El capitán que dirige el Subsector de Tráfico de Badajoz, Francisco Javier Utrabo, ha confirmado que la principal ventaja radica en que se puede utilizar en tramos donde resulta complicado colocar los dispositivos de control de velocidad tradicionales. «Lo habitual es que lo lleven en sus motocicletas las patrullas de Tráfico que se mueven por toda la provincia, de ese modo llegamos a todo tipo de lugares».

Hasta el pasado año, los agentes de la Guardia Civil disponían de radares móviles de mayor tamaño que se situaban junto a los coches patrulla. Por esta razón, no podían colocarse en tramos estrechos o en curvas peligrosas por las que es frecuente que circulen vehículos a velocidades excesivas.

Esa limitación desapareció con la llegada del Veloláser, cuyo tamaño facilita su utilización. «Normalmente lo colocamos en lugares que se consideran peligrosos porque cabe la posibilidad de fijar el aparato en un quitamiedo, en una señal de tráfico o en un trípode, y situar a los agentes en un lugar seguro que se encuentre uno o dos kilómetros más adelante, porque se puede trabajar con tecnología 4G».

En estos primeros siete meses los Veloláser se han utilizado fundamentalmente en carreteras convencionales de dos carriles en las que el riesgo de salirse o de sufrir un choque frontal es mayor. Entre ellas figuran la EX-100 (Cáceres-Badajoz), donde han sido vistos a la altura de los kilómetros 67, 79 y 39, y la Nacional 432 (Badajoz-Granada), en los kilómetros 20, 33, 66 y 155, entre otros puntos.

De igual modo se emplean en las autovías para detectar grandes velocidades que no suelen ser captadas por los radares fijos porque los infractores conocen los lugares en los que están.

Sólo en los primeros 28 días de enero el Veloláser ya había permitido sancionar a 44 conductores que circulaban con exceso de velocidad. A esa cifra hay que sumar las 198 infracciones que captó entre julio y diciembre del año pasado, por lo que la cifra total se aproxima a 250.

El número no para de crecer, pero todavía es pequeño si se compara con los 8.704 excesos de velocidad denunciados por la Guardia Civil de Tráfico en la provincia durante todo el año 2018, cifra en la que no se incluyen las infracciones captadas por los radares fijos existentes en las autovías y en algunas carreteras convencionales de la región.

El dispositivo también ha sido utilizado en los kilómetros 25, 43 y 52 de la carretera EX-300, en puntos concretos de las carreteras provinciales BA-005, BA-012, BA-022, BA-023, BA-055, BA-057, BA-067 y BA-080 y en las carreteras autonómicas EX-104, EX-105, EX-106, EX-112, EX-114, EX-206, EX-209, EX-307, EX-310, EX-320, EX-327, EX-363 y EX-342, entre otras.

Asimismo, ha permitido formular denuncias en la Nacional 435 y en la Nacional 630. «Nuestro único objetivo es que los conductores sepan que puede estar en cualquier punto para que los infractores respeten los límites», insiste Utrabo.