Los vecinos piden la reparación de la Plaza Conquistadores en Badajoz

El presidente de la asociación de vecinos de Santa Marina, Francisco Crespo, lamenta el estado del empedrado y apuesta por cambiar el firme por completo. Las piedras que forman esta nueva plaza, encima del parking, se fueron soltando desde el principio. Ahora hay 'calvas' en numerosos puntos de la plaza, incluido el entorno de los juegos infantiles. Parte de estos daños se produjeron porque las piezas se soltaron, pero otras han desaparecido fruto de los actos vandálicos. Arrancadas y lanzadas por encima de la valla.

Ante esto, Francisco Crespo apuesta por un firme más resistente. Lo mismo pide para la otra parte de la Plaza Conquistadores. El amplio espacio entre el centro comercial de El Corte Inglés y la hostelería de la zona tiene mucha afluencia de público y más de un tropezón. En varios puntos las baldosas se mueven, están rotas o faltan. Es un área en el que suelen entrar camiones de carga y descarga a los comercios y las losetas se estropean y no se reparan. Por eso la agrupación vecinal propone un firme más resistente.

Francisco Crespo también solicita que se refuerce la iluminación en la zona de reciente creación para invitar a los vecinos a usarla y evitar las conductas vandálicas que se dan en la actualidad, como los botellones ilegales.

Además de mala imagen, los usuarios denuncian que el mal estado de Conquistadores supone un peligro. «Una persona mayor no puede pasar por aquí. Mete el pie en un agujero y se pega un buen golpetazo, y está el suelo para caerse...», se lamenta José María Benegas, vecino de Santa María que señala las manchas en las piedras. «Hace falta una limpieza en profundidad».

La suciedad también afecta a los alcorques de las palmeras. En los mismos se acumula la basura. Hay bolsas de plástico, latas y botellas. «Se juntan muchos chavales y lo dejan mal, lo que está muy mal, pero tampoco es normal que se tiren las bolsas semanas allí ¿No limpian el parque? Lo han dado por abandonado», se lamenta Mercedes Baños, que ve desde su ventana este parque. «Con la ilusión que lo vimos construir, pero ahora está dejado y oscuro por las noches. Si no van ni niños. Cuando estaba abierta la zona infantil, que está muy bien, ni se usaba mucho», añade esta vecina.

El inicio de este parque tampoco fue fácil. En 2011 fue construida con el empedrado, zonas ajardinadas, 70 palmeras, bancos y un espacio reservado para juegos infantiles. Los problemas del parking, cuya obra se paró y tardó años en retomarse, provocaron que el parque se quedase cerrado. De hecho, las palmeras estuvieron a punto de morir y los vecinos se colaron entre las vallas para regarlas. En verano de 2017 se desbloqueó la situación y un año después abrió tanto el aparcamiento como el espacio público de encima.

Estos años, sin embargo, tampoco han sido sencillos para la zona. Otro de los defectos que denuncian los vecinos es el peligro que suponen las vallas del perímetro. Se trata de estructuras de metal con una red metálica. En muchas de ellas, la red está arrancada. «Se dedicaron a pegarle patadas y ahora cualquiera pueden meter el pie y hacerse daño», denuncia Evaristo Domínguez, que suele pasear a su perro por esta zona.

El área con mayor riesgo es la bajada en espiral hacia la plaza antigua, donde incluso hay vallas de la Policía Local cubriendo huecos para evitar posibles caídas. Las redes metálicas se han reparado en varias ocasiones con alambres, pero continúan soltándose.