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Los escalones están invadidos por la maleza:: PAKOPÍ

Los vecinos denuncian que el parque de la Viña de Badajoz lleva diez años abandonado

Esta zona de recreo de los barrios de Las 800, el Gurugú y El Progreso es donde el lunes sufrió una descarga eléctrica el menor de 13 años

MIRIAM F. RUA

BADAJOZ.

Viernes, 8 de junio 2018, 07:57

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La imagen del parque de la Viña es como la de la noria de Chernóbil, el símbolo fantasmagórico del abandono de la ciudad tras el accidente nuclear. Tiene también sus columpios de hierro oxidados, que parecen del lustro pasado si lo comparamos con los nuevos toboganes de plástico reciclado y suelo de caucho de los parques nuevos o renovados. No es el caso del parque de la Viña, al que sentenciaron hace una década a la muerte por olvido.

Este enclave situado entre los barrios de Las 800, el Gurugú y El Progreso ha llamado la atención esta semana porque fue el escenario del desafortunado incidente del pasado lunes, cuando un menor de 13 años sufrió una descarga eléctrica al colarse en el centro de transformación eléctrica que está en el propio parque.

Era quizás el riesgo menos previsible de los que saltan a simple vista: incendio por la acumulación de pastos secos sin desbrozar, caídas por los paseos levantados y los escalones rotos, los cortes por las lamas metálicas de los columpios o infecciones por insectos y otros animales que encuentran entre tanta maleza el hábitat perfecto para reproducirse.

El parque de la Viña, que en realidad se llama parque del Padre Eugenio, lo inauguró en 2006 Miguel Celdrán. Lo hizo con todos los honores, después de dejar 600.000 euros de las arcas municipales en el nuevo parque de la margen derecha, con un diseño de miradores aprovechando el desnivel del suelo.

En los dos años siguientes, hubo que echarle más dinero para reponer lo que los vándalos se habían llevado. Hasta que se agotó la paciencia del Consistorio y se decidió sacar del cuidado y mantenimiento a este parque de la planificación municipal.

El pasto y las malas hierbas toman los paseos::
El pasto y las malas hierbas toman los paseos:: PAKOPÍ

De eso hace una década y aunque su estado, absolutamente impracticable, ha sido denunciado por la oposición (la última vez fue el PSOE hace justo un año) y los vecinos claman periódicamente porque lo atiendan, por el parque de la Viña «no ha pasado un operario municipal nunca». Lo dice Antonia Nieto, presidenta de la asociación Avanzando, que aglutina a los vecinos y colectivos de Las 800, el Gurugú y El Progreso.

«Es un auténtico basurero por dejación», añade y se pregunta: «¿Qué madre puede venir aquí con su hijo para pasar un rato agradable? Yo no pido que estén poniendo flores todos los días, solo que esté decente».

Para Julio Rodríguez Mata, el vocal de Medio Ambiente y Juventud de este colectivo, los vecinos sufren un doble ataque: «El primero es el de los culpables del deterioro que son los gamberros que vienen a destruir nuestro patrimonio público. El segundo, el culpable del abandono del parque que es el Ayuntamiento».

Este vecino considera injusto que el gobierno «nos haga pagar a todos los vecinos las consecuencias de un puñado de gamberros. Nos hace sentir como si todos fuéramos iguales».

Para Rodríguez Mata, el principal peligro del parque es la amenaza de incendio por la falta de desbroce. «Debajo de la hierba que ha nacido este año hay capas de pastos que prenden muy bien», dice. La maleza además invade los caminos y tapan las escaleras.

También apunta a las garrapatas, pulgas, ratas, serpientes y culebras que crían en el parque o al deficiente alumbrado nocturno que sirve de refugio «para las personas que hacen cosas malas y no quieren que se les vea». Sobre esto, habla de la que se supone iba a servir como caseta para guardar el material de parques y jardines y que se usa como fumadero de drogas.

Lo que queda de los columpios junto al fumadero de droga.
Lo que queda de los columpios junto al fumadero de droga. PAKOPÍ

El transformador de alta tensión, después del suceso del lunes, también ha entrado en la lista de riesgos del parque. Cuando se despejen las causas del accidente, anuncia Nieto, quieren sentarse para buscar una solución. «No sé si sellarlo, ponerle una reja de seguridad o trasladarla, pero sobre todo que haya vigilancia porque hace falta».

Ricardo Cabezas, presidente de la asociación de vecinos del Gurugú, dice sentir vergüenza por cómo está el parque y recuerda que su puesta en valor es una de las prioridades consensuadas por todos los barrios al norte de la vía de tren y comunicada al Ayuntamiento para que sea atendida con los fondos Dusi.

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