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Un coche sale de la urbanización Dehesilla del Calamón. :: C. Moreno
Las urbanizaciones de Badajoz sufren otro verano con la carretera de Valverde sin desdoblar

Las urbanizaciones de Badajoz sufren otro verano con la carretera de Valverde sin desdoblar

En zonas zonas como la Dehesilla del Calamón, el volumen de tráfico y de vecinos se triplica en vacaciones

Antonio Gilgado

Badajoz

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Lunes, 6 de agosto 2018, 07:49

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Adrián Monroy echa cuentas al recordar cómo era la entrada a la Dehesilla del Calamón hace cinco décadas. «Entonces pasaban cuatro coches y había cuatro casas», afirma.

Desde la venta que abrió en 1978 ve cómo se reproducen las urbanizaciones y el tráfico se multiplica. Pero la carretera es la misma. Los accesos y las incorporaciones laterales ahogan una vía de dos carriles y sin arcén.

Marco, el hijo de Adrián, enumera urbanizaciones a partir de Las Vaguadas. Dehesilla, Manantío, Campo Pino, El Pinar o La Jara. Hay que ensanchar los laterales y evitar accidentes. El último, explican en El Rocío, fue hace pocas semanas. Una conductora se fue a la cuneta cerca del antiguo cuartel de los militares. La obra de mejora se espera desde hace tiempo y la Junta la anunció por fin el año.

Poco más de 700.000 euros para desdoblar dos kilómetros -del 4 al 6- con una vía de servicio a cada lado y una glorieta justo a la entrada de la Dehesilla del Calamón.

A Adrián y su hijo los citaron en el Ayuntamiento el pasado mes de enero. Le anunciaron la expropiación de 310 metros cuadrado de su amplio aparcamiento. No han vuelto a tener noticias. Por lo que le dijeron en aquella reunión, las máquinas deberían haber llegado hace tiempo.

«En enero hubo una reunión y sin noticias desde entonces»

Marco Monroy | El Rocío

Los cálculos pasaban por tenerla a punto para este verano. Pero el tiempo pasa y todo sigue igual. En la Dehesilla, el único movimiento sintomático que han visto es el de unos operarios limpiando las cunetas esta semana.

José Jaime Álvarez para a menudo en El Rocío, vive en Campo Pino y es de los que esperaba un alivio este verano. No entendió que el desdoblamiento que se hizo en el año 2009 hasta Las Vaguadas no se prolongara dos kilómetros más. Él ha contado más de veinte accesos laterales entre Sancha Brava y la Dehesilla. «Ahora en verano es un lío», se lamenta.

EL PROYECTO

  • Fecha Aprobado por el consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura en su reunión del 6 de septiembre de 2017.

  • Obra Mejorar la circulación desdoblando dos kilómetros (desde el 4 al 6). Una vía de servicio a cada lado y una glorieta en la entrada a la Dehesilla del Calamón.

  • Presupuesto 743.353 euros.

Las casas de campo y las segundas residencias se ocupan en vacaciones y el tránsito se multiplica. José Jaime estima que en su urbanización, Campo Pino, los residentes se triplican entre julio y septiembre. El mismo cálculo hace Marco Monroy para la Dehesilla, uno de los residenciales más grandes con seiscientos propietarios. Los mil vecinos fijos durante el año se convierten en casi cuatro mil en vacaciones escolares.

En los dos kilómetros siguiente a Las Vaguadas funcionan varias empresas de jardinería, un centro hípico, el desguace de coches y el centro social para militares en Sancha Brava. A este intenso tráfico de acceso a Badajoz hay que sumar el de los pueblos del entorno. En El Rocío para también con frecuencia José María Cumbreño. Comercial de máquinas expendedoras que vive en Valverde, cada día recorre dos veces los 24 kilómetros que separan su pueblo de Badajoz. Menú diario de curvas y contracurvas, firme en mal estado y adelantamientos peligrosos.

«Esto ha crecido mucho, antes había cuatro casas y cuatro coches»

Adrián Monroy | Dehesilla

Los cuatro carriles hasta las Vaguadas se quedan en dos tras la rotonda de la gasolinera BP. Luego llegan varias curvas, bandas reductoras en el suelo y limitaciones de 50 km/h. Al llegar al Rocío hay que detenerse para girar a la urbanización. Llegan los problemas. En cualquier momento se incorpora un conductor o el de delante frena.

José María ve de cerca demasiadas imprudencias y recurre al tópico. «Poco pasa para lo que podría ocurrir», dice, y como otros muchos usuarios se pregunta por qué no se prolongó el desdoblamiento de 2009. Ya entonces se intuía la necesidad. Varios vecinos del entorno se reunieron con el consejero de Fomento de entonces, José Luis Quintana, para pedirle que mantuviera los cuatro carriles hasta el vivero Mandyplant. Esa promesa también la escuchó en su día Adrián Monroy.

Por eso no esconde sus reservas. «Puede que haya problemas con las expropiaciones». El ensanche afecta a 26 propietarios de la carretera. Hay que ordenar el tráfico para que todos los accesos confluyan en un mismo carril de servicio y desviar hasta la glorieta principal que se ha trazado frente a la venta.

Todo será más fácil, prevén los Monroy.

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