Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Pedro Casero posa delante de algunas de sus obras. :: C. Moreno
«En mi trabajo presento un Badajoz muy colorido que muchos se pierden»

«En mi trabajo presento un Badajoz muy colorido que muchos se pierden»

Pedro Casero muestra en la sala de la Diputación fotos a tinta que parecen cuadros de los rincones más emblemáticos de la ciudad

Antonio Gilgado

Badajoz

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 28 de diciembre 2018, 07:55

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Pedro Casero dudaba entre Biología y Bellas Artes. «Todos tenemos que tomar decisiones», reflexiona. Optó por la ciencia. Ahora es catedrático de biología molecular en la Universidad de Extremadura, pero ha mantenido una prolífica actividad artística desde que llegó a la ciudad en 1984.

Nunca dejó de pintar o dibujar y su trabajo en el laboratorio le convirtió en un experto fotógrafo. «Para conocer a las células hay que fotografiarlas con precisión y con calidad». Parte de esos trabajos llegaron a revistas científicas. Casi sin quererlo, encontró en la fotografía una forma de expresión. Los compañeros del departamento le animaron a que expusiera al público parte de las imágenes con las que trabajaban.

Eso fue en 1992. Desde entonces no ha parado de exponer. En la sala de Diputación de la calle Obispo se pueden ver estos días una serie de casi treinta imágenes sobre Badajoz. Juega al dimorfismo. Fotos que parecen pinturas o cuadros que parecen fotos. Atendiendo a los conceptos clásicos se trata de un lienzo porque se han impreso con tinta sobre papel. Pero el dibujo no ha salido a mano alzada. Nace en una cámara.

«Para conocer a las células hay que hacerles fotos con precisión y de calidad en el laboratorio»

Con este método de trabajo, Casero presenta fachadas y rincones emblemáticos de la ciudad bajo un prisma muy personal. De sus recorridos callejeros cámara en mano se queda con la luz y el color sobre la arquitectura urbana. Prescinde de las texturas y parte de una toma real. Obtiene una imagen distinta, aunque siempre respetando la pigmentación exterior.

Reivindica la composición cromática que envuelve a la ciudad. «Nos alegramos cuando sale el sol por la buena temperatura que nos da, pero no valoramos la luz que nos aporta. En mi trabajo presento un Badajoz muy colorido que muchos se pierden».

Los tonos reales se consiguen simplificando al máximo la foto de partida y redefiniendo de nuevo con programas informáticos tipo photoshop. Ajusta perspectivas, endereza los edificios y recoloca los elementos del plano. Se trata de interpretar lo que uno ve cuando se topa con el Edificio Presidente, pasa por el cruce de Martín Cansado o se acerca a la iglesia de la Concepción.

Empezó a trabajar sobre esta serie hace más de seis años. «Es muy interesante, aunque a veces resulta desesperante».

Anima a que los vecinos miren con detenimiento ese Badajoz de color y luz perdido por el ruido del entorno, las sombras o el deterioro de las calles del Casco Antiguo.

Precisamente en el Casco Antiguo se detuvo en el cruce de Martín Cansado. Fantasea con la perspectiva . Las dos callejas estrechas entrelazadas parecen bajo su prisma una gran avenida. «Es una zona muy de Badajoz y se puede soñar con tener aquí una gran manzana. El arte vale para hacernos soñar».

También se ha fijado en las vistas desde la Alcazaba hasta el Edificio Presidente. Contraste visual entre los tejados bajos de las casas viejas con los más modernos, alejados de la muralla. En la iglesia de la Concepción ha trabajado desde un plano vertical.

A base de descartar elementos se ha quedado con los tonos ocres que proyecta el reflejo del sol en el frontispicio. Reconoce que arrancó este proyecto sin una idea clara de lo que buscaba. Le interesaba la ciudad y experimentó durante una par de años hasta dar con una forma de mirarla. Encontró el método y con el trabajo terminado le queda una reflexión. ¿Por qué coloreamos las fachadas, los zócalos o las recuadros de la ventana? Quizá, explica, nos aporta calor y vida en la calle.

Llegó a esa conclusión tras presentar esta misma exposición en Cáceres. Muchos visitantes ubicaban allí estos rincones de Badajoz. Objetivo conseguido. Dos ciudades tan distintas como Badajoz y Cáceres pueden representarse como una misma. «El color forma parte de la casa de cada uno».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios