La revisión del plan especial del centro histórico, asignatura pendiente para revitalizar el Casco Antiguo

El objetivo de esa revisión del urbanismo local es atraer inversiones y vecinos, dos patas fundamentales para regenerar la zona histórica y combatir el menudeo de drogas.

El arquitecto Julián Prieto aboga por revisar las fichas que marcan las protecciones de cada edificio, elaborar un plano arqueológico, así como poner en marcha una oficina que coordine todas las tareas y asuma las directrices de rehabilitación. Entre otras cosas, que revise los materiales que se van a usar y las infraestructuras. Urbanismo carece de personal para realizar un seguimiento exhaustivo de una única zona de la ciudad.

El alcalde, Ignacio Gragera, también se ha mostrado a favor de una revisión del plan, aunque no en los mismos términos que Julián Prieto. Asociaciones como SOS Casco Antiguo, Amigos de Badajoz y el PSOE reclaman cambios.

El concejal de Urbanismo, Carlos Urueña, dijo tras el verano que trabajan en algunos cambios de las normas urbanísticas. Entre estos, facilitar la instalación de placas solares, que no ha salido adelante. Aunque el pleno de septiembre aprobó una modificación para que un centenar de edificios con catalogación B puedan instalar elevadores. Se hace para favorecer que personas mayores se queden en sus viviendas cuando empiezan a tener problemas de movilidad y, también, para que familias con niños puedan subir carritos y bicis.

Uno de los aspectos más controvertidos es el seguimiento arqueológico en el perímetro del Casco Antiguo, como obliga Urbanismo. Esto encarece las obras y las retrasa porque no hay suficientes especialistas. Además, desincentiva a los inversores por miedo a que aparezcan restos.