Quejas de los vecinos del centro por el ruido de las sopladoras de hojas

La máquina emite un sonido considerable; el operario empieza a trabajar a partir de las 8 de la mañana diariamente, que es la hora a la que legalmente está habilitado. Esto –aseguran los vecinos– perturba la paz de aquellos que siguen durmiendo, de los hosteleros que intentan atender a los clientes y de estos últimos que intentan pasar una agradable mañana.

Manuel Hernández, vecino próximo de la zona, oye al trabajador desde primera hora cada mañana. El ruido se viene produciendo desde principios del verano, según comenta este vecino, que se muestra sorprendido de que en esta época se haga uso de una maquinaria tan antigua. «Me llama la atención que, con los adelantos de hoy en día, tengan a un hombre con una máquina que usa gasolina cuando ya existen sopladores eléctricos».

En su opinión, sería aconsejable que se le diese a los operarios herramientas más modernas para mantener limpia la zona y además ahorrar combustible.

«Las calles no están sucias pero hay otras maneras de limpiarlas», asegura Hernández.

Otros testimonios de vecinos, recabados por este diario y que prefieren guardar su identidad, aseguran que en muchos casos les despiertan y en otros casos molestan el descanso de personas mayores, al ser una zona en la que viven pacenses de edad avanzada.

Añaden que han puesto quejas ante el Ayuntamiento a través de Internet, sin obtener respuesta.

Ante estas protestas, el concejal de Limpieza, Alejandro Vélez, responde con firmeza. «Sentimos si el ruido es un problema, pero estamos trabajando», declara a HOY.

Vélez argumenta que la persona que trabaja desde primera hora necesita un «medio mecánico que le facilite habilitar el entorno». Aunque quiera, es imposible contentar a todo el mundo, según relata.

Vélez comenta que la ciudadanía es «hipócrita». «Piden que limpiemos y también que cuidemos de la salud de nuestros trabajadores, pero no quieren que limpiemos desde tan temprano, y con este calor es imposible que nuestros empleados retrasen su jornada», explica.

Frente al ofrecimiento de usar un sopladora eléctrica, el concejal responde: «Las hay eléctricas, pero los operarios prefieren las de combustión porque son más livianas, tienen más autonomía y potencia».

Añade el edil que él también se identifica como un vecino más, y sufre las perturbaciones que pueda causar el servicio de limpieza, pero es imposible compaginar horarios con la actividad laboral.

«Nos debemos a la limpieza y el ciudadano tiene que entender que igual que suena una sirena o un camión, la limpieza también lo hace», añade. A todo esto replantea una cuestión: «¿No quieren ruido? Pues tendrán una ciudad sucia».

Por ello, Vélez propone como parte de la solución que los ciudadanos cuiden más la ciudad. «Tenemos que limpiar porque sufrimos incivismo», lamenta.

Explica el edil que esta falta de civismo, junto al problema que supone la suciedad que generan los veladores, realentiza la labor de los limpiadores. Según afirma, «la limpieza es un 50% responsabilidad de los vecinos y el otro 50% del servicio de limpieza».

A la situación actual, el responsable del servicio de limpieza pacense quiere que la gente se ponga en el lugar de los empleados. «Yo a los ciudadanos les daría un uniforme de limpieza para que vieran esa perspectiva», concluye.