«No te preocupes, a papá le están atendiendo pero estamos todos bien»
Susana García y sus familiares tuvieron que ser rescatados por los bomberos, ya que salieron a la terraza para no respirar el humo
María Isabel Hidalgo
Jueves, 1 de junio 2023, 21:19
Con lo puesto y un abrigo que alguien le dejó salió a la calle Susana García. «Papá está fenomenal, le están atendiendo en la ambulancia, ... pero no te preocupes que estamos todos bien», le explicaba por teléfono a su madre a quién los bomberos sacaron del edificio minutos antes que a ella y entre el barullo de gente en la calle no conseguían encontrarse.
«Vivo con mi marido y mi hijo, estaban mis padres con nosotros y eso ha sido lo peor». Susana tranquilizó a su madre mientras en una ambulancia a su padre le ponían oxígeno. «Son mayores, mi padre no ha podido bajar por las escalas con los bomberos y lo han sacado por la escalera».
Los nervios y el miedo la empujaron a salir al balcón para evitar tragar humo, de allí salieron a la calle. «Dentro están las medicinas, que es lo único urgente que necesitamos y que la policía nos han dicho que nos sacarán los medicamentos a lo largo de la tarde».
Un poco más tarde que Susana salió a la calle Víctor Manuel Granadero, el joven de 19 años se encontraba solo en casa, situada en la cuarta planta del edificio, cuando se produjo la explosión.
«Cuando he escuchado la explosión me he puesto muy nervioso porque no sabía que pasaba. Y me he entrado corriendo en el baño, al principio estaba en comunicación con mi madre y después se ha puesto un policía». Más de cuarenta minutos estuvo un agente de la policía hablando con el joven para calmarle hasta que los bomberos pudieron sacarle.
«He salido volando»
En la primera planta del edificio donde tuvo lugar la explosión vive Maite Preciado, «He salido volando», relataba nerviosa minutos después de salir a la calle sin heridas importantes.
Maite acababa de poner la comida en la mesa cuando se dirigía al balcón al conocer que varios camiones de bombero estaban en el barrio, en ese momento la onda expansiva de la explosión la desplazó. «He salido por mi propio pie, nos ha ayudado la Policía porque en mi casa se hizo de noche y todo por el humo, no sé si las gafas han salido para fuera o para dentro de mi casa porque yo uso gafas», narraba aún con miedo.
«Yo sólo veía las cosas por el suelo y mi marido gritaba `¿Qué es esto? Yo sabía que era una explosión porque la he visto», sostenía la afectada. «Te puedo decir que en mi casa no ha quedado un cristal, no hay una ventana, está todo tirado», rememoraba aliviada.
«Mi vecina dice que los muros están destrozados», remarca, y agradece que solo estuvieran en casa ella y su marido. «Por suerte mis nietas no llegan hasta las cinco de la tarde», destaca aliviada.
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