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Una de las puertas de acceso donde se ve el enrejado al descubierto. CASIMIRO MORENO

La piel del Hornabeque de Badajoz se cae a trozos

El enfoscado se está desprendiendo de la mayor parte de las paredes de este monumento del siglo XVII | El edificio se rehabilitó hace solo siete años con una inversión de 900.000 euros y hace 18 meses se realizó una reparación

NATALIA REIGADAS

BADAJOZ.

Domingo, 21 de julio 2019, 09:49

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El Hornabeque es una fortificación que se levantó en el siglo XVII para defender el Puente de Palmas, es decir, para que los enemigos no pudiesen cruzar y atacar Badajoz. Lleva en pie, por tanto, más de 400 años. Hace siete que recuperó su esplendor gracias a una obra de rehabilitación de 900.000 euros, pero ahora está perdiendo el enfoscado día a día. Su piel se cae a trozos.

El enfoscado es el lucido que se colocó sobre los lienzos de muralla y las edificaciones que forman parte de este monumento. Solo en algunas zonas se dejó el material original para que se pudiese apreciar el aspecto anterior de la fortificación. La nueva piel del Hornabeque, sin embargo, está completamente agrietada y se han producido derrumbes en prácticamente todas las paredes. En muchos puntos, además, hay riesgo de nuevos desprendimientos.

El área más deteriorada está en las escaleras que dan acceso a la parte superior desde la entrada principal (el portón junto a la entrada del parque del río). Hace un año se desprendió el enfoscado completo de una pared y cayó al suelo. Los escombros, igual que en el caso del resto de desprendimientos, nunca se han recogido, por lo que hay restos de lucido por todo el firme.

Cuando se produjo este importante derrumbe, la Policía Local precintó parte del monumento debido al riesgo que supone para los peatones, ya que el lucido podría caer sobre los viandantes. Sin embargo, las vallas de seguridad desaparecieron y los desprendimientos continúan. Los vecinos, por su parte, destacan la mala imagen que supone tener un edificio histórico en malas condiciones.

El Hornabeque es un paso habitual, tanto para los residentes que cruzan el Puente de Palmas como para los vecinos que pasean por la Margen Derecha y atajan por el interior del monumento. El paso de gente se ha intensificado en los últimos años por la cercanía del nuevo parque del río, que tiene dos salidas que dan a esta fortificación. Además, al lado está uno de los puntos con mayor afluencia de turistas, el aparcamiento público de autocaravanas.

«Es una pena cómo está porque es uno de los sitios más bonitos de Badajoz. Para mí, la vista del Hornabeque, el Puente de Palmas con el río, y al fondo la Alcazaba, es la mejor vista de todas», asegura Carmelo Sánchez, un vecino de San Fernando que también critica que se tardase tanto en recuperar este monumento. «Nos pasamos años con las ruinas, hasta se metía gente a vivir y drogarse y ahora se está cayendo. No es normal».

Otra cuenta pendiente para los vecinos es darle uso a estas instalaciones. El Hornabeque del Puente de Palmas cuenta con cinco dependencias recuperadas, pero llevan años vacías. Nunca se ha aclarado para qué se utilizarán. «Esto pasa en los edificios vacíos, que salen humedades y se echan a perder y así no encontramos», reprocha Marisa Cercas, que suele hacer deporte por el parque del río y atraviesa el monumento a diario.

Dos obras

La recuperación del Hornabeque del Puente de Palmas comenzó en 2010 y contó con un presupuesto de 900.000 euros. La rehabilitación se incluyó dentro de la obra de renovación de las márgenes del río que realizó la Confederación Hidrográfica el Guadiana (CHG). La reforma finalizó en 2012, aunque los vecinos no pudieron disfrutar de este monumento hasta dos años después, ya que no se retiraron las vallas hasta que estuvieron listos los nuevos parques.

La rehabilitación renovó el monumento colocando enfoscado en la edificación, también recuperó la piedra original en algunos puntos e instaló empedrado en el suelo. Otro cambio importante se realizó en los alrededores donde se excavó para recuperar la profundidad del foso.

Poco tiempo después de la inauguración de la obra, se detectaron las primeras humedades. Por esa razón, en 2017 se realizó una obra pendiente, una mejora de los techos para evitar humedades. La reparación costó otros 65.000 euros y también fue realizada por la Confederación Hidrográfica. Además de los arreglos, se colocó un sistema eléctrico para que las dependencias pudiesen contar con iluminación.

Tras esa obra, la CHG indicó que el monumento quedaba en manos del Ayuntamiento de Badajoz y que la intención de esta institución era usar las habitaciones para montar un centro de interpretación, pero el proyecto no se ha concretado.

Además del desprendimiento del enfoscado, el edificio presenta otros problemas como manchas de humedad y el deterioro del empedrado, que se ha levantado en varias zonas.

La humedad no es la única causa de deterioro de este monumento. El Hornabeque también ha sufrido varios ataques vandálicos en los cinco años que ha permanecido abierto al público. Esta fortificación ha sufrido pintadas, también hay numerosos nombres grabados en algunas de sus paredes e incluso se produjeron robos del cableado que se instaló originalmente para el alumbrado ornamental.

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