El Pico se estrena como escenario con un festival de los años 90

Para escucharles, las personas que acudieron al recinto que se improvisó en este terreno, que se encuentra entre el río Gévora y el Guadiana, tuvieron que llegar caminando.

El punto de partida fue San Roque, en este barrio había que dejar el coche para acceder a pie desde los senderos del Pico. La pasarela peatonal de circulación fue otra de las opciones para llegar hasta allí.

El espacio en el que se celebraron los diferentes conciertos tiene capacidad para acoger hasta 20.000 personas. Con el escenario de espaldas al río, el protagonismo también estuvo en los monumentos, con la Alcazaba iluminada a la izquierda, el fuerte de San Cristóbal a la derecha y de fondo el Guadiana.

La zona estuvo delimitada por vallas, además de servicio de barra también contaban con numerosos baños portátiles.

El de anoche fue el primero de los conciertos que está previsto se den en esta zona, pues el Ayuntamiento contempla que en un futuro este espacio esté destinado al ocio en la ciudad, especialmente para acoger conciertos, por el marco en el que se encuentra.

Lo vivido ayer –al cierre de esta edición continuaba la fiesta– no fue más que una primera prueba de lo que podrá ocurrir en un futuro, de hecho el Consistorio ya ha manifestado su deseo de adquirir unos terrenos del Pico para construir ahí un auditorio.

La fiesta sirvió como adelanto de uno de los grandes proyectos que el alcalde, Ignacio Gragera tiene en el Pico, lugar que quiere unir con la margen derecha a través de una pasarela peatonal, de forma que sea accesible por ambas orillas. Con este objetivo incluyeron 550.000 euros en los presupuestos municipales de 2022, para adquirir 20 hectáreas de la zona, aunque aún no ha cerrado el trato con los propietarios.