Así es la nueva oportunidad del parque del Padre Eugenio

A finales de año, el parque de la Viña, como también se le conoce, estaba lleno de desechos. Había ripios que dejó la anterior empresa adjudicataria de las obras mezclados con basura y la vegetación crecía sin control. Nada invitaba a recorrer esta plaza de 7.300 metros cuadrados.

El panorama ha cambiado. El Ayuntamiento tenía un plan ambicioso para este antiguo parque, donde iba a invertir 250.000 euros de los fondos europeos Edusi siguiendo un proyecto de la arquitecta Fernanda Cáceres. Adjudicó la obra a una empresa en otoño de 2021, pero los problemas de liquidez de esta constructora hicieron que dejara la reforma a medias y el parque en un estado lamentable. El vandalismo lo terminó de estropear.

Los trámites para expulsar a la empresa se alargaron hasta que el Ayuntamiento pudo de nuevo licitar la obra. Ya, con apenas tiempo para terminarla dentro del plazo exigido por los fondos europeos Edusi y por la mitad del dinero destinado inicialmente.

El encargo a Acota2, la nueva adjudicataria, era recuperar un área que es determinante para las barriadas en las que se ubica.

Este año han terminado la pista deportiva que quedó a medias, han retirado escombros, quitado los juegos infantiles viejos y limpiado la zona. Han instalado el vallado de la pista deportiva.

También han podido recuperar el quiosco de bebida que la primera constructora levantó, pero al que alguien prendió fuego, robó las puertas y retiró tanto las tuberías como los cables. Este invierno era la casa de un indigente. Ahora se pueden ver restos de alguien que duerme por la zona, pero que ya no está dentro.

Operarios de la empresa están estos días rematando la actuación en la plaza.

Se han quedado fuera algunas dotaciones iniciales, como los juegos nuevos infantiles, las canastas o porterías de la pista deportiva y unos bancos de obra que iban a servir de graderío. Tampoco se ha mejorado la seguridad de la escalera, donde se plantearon unas barandillas y alguna actuación de accesibilidad.

Era 2006 cuando Miguel Celdrán inauguró este jardín para dotar de una zona de ocio a los barrios del eje de Padre Tacoronte, pero se deterioró rápidamente. Celdrán decidió dejar de invertir dinero tras varias reparaciones que duraron poco. Así que el Ayuntamiento abandonó la plaza y el vandalismo se impuso.

En 2018, cuando ya sufría muchos desperfectos, un niño de trece años resultó herido grave tras sufrir dos descargas eléctricas. El transformador que había en el parque estaba abierto y el menor se metió dentro.

Tras ese suceso el entonces alcalde, Francisco Fragoso, se comprometió a renovar las instalaciones. La inversión llegó en 2021 con los fondos europeos, pero la crisis de la construcción dio un otro revés al proyecto en 2022.

Con el actual alcalde, Ignacio Gragera, recibe un nuevo impulso que terminará en unos días y que le da una nueva oportunidad.