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EFE
Miércoles, 21 de noviembre 2018, 20:14
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El Gobierno portugués ha ordenado este miércoles abrir una investigación sobre las condiciones en las que opera la cantera junto a la cual se hundió este lunes una carretera en el sur del país, suceso que deja por el momento dos muertos y al menos tres desaparecidos. El suceso se produjo en un tramo de la carretera comarcal que une las localidades portuguesas de Vila Viçosa y Borba, a 63 kilómetros de distancia de la ciudad de Badajoz y a 30 kilómetros en línea recta, aproximadamente, de la frontera en su punto más cercano a la localidad de Olivenza.
La investigación, que deberá realizarse en un plazo de 45 días, abordará «la licencia, exploración, fiscalización y suspensión de la operación» de la cantera del municipio de Borba, situado en la región del Alentejo (sur), a cuyo margen la carretera cedió, indicó el Ministerio de Ambiente y Transición Energética en un comunicado.
Por el socavón que se abrió este lunes, con decenas de metros de profundidad, desaparecieron varios vehículos, entre ellos una retroexcavadora donde se encontraban las dos víctimas mortales confirmadas, ambos trabajadores de la cantera.
Junto a ellos, la Protección Civil portuguesa sospecha que cayeron a la cantera otros dos vehículos, en los que podría haber tres personas más.
El suceso ha movilizado medio centenar de operativos de Protección Civil y bomberos, entre otros cuerpos de rescate, que tienen previsto este miércoles iniciar una operación de drenaje del agua almacenada en el fondo del socavón para acceder a los vehículos, para lo que se van a instalar motobombas.
Mientras, se ha instado a la población a no circular por vías cercanas, que son diariamente usadas por los vecinos de Borba y la vecina localidad de Vila Viçosa y que, según medios locales, presentaban problemas denunciados en varias ocasiones.
La vía hundida fue carretera nacional hasta hace diez años, cuando se construyó una alternativa de paso entre ambas localidades a casi dos kilómetros.
Sin embargo, permaneció abierta al tráfico y su uso era frecuente entre los vecinos de la zona a pesar de que su principal función era servir de acceso de la maquinaria de la cantera, que se abre a ambos lados a unos ochenta metros de profundidad.
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