Las obras de la puerta del Capitel de la Alcazaba de Badajoz se prolongarán hasta febrero

El motivo es que las obras han descubierto parte de la historia que estaba oculta, como restos de la época almohade y su historia a partir de entonces, dado que en los siglos XV y XVI se permitió edificar junto a la muralla. La necesidad de estudiar los datos que se están extrayendo de los últimos mil años, así como que es mejor esperar a que pase la humedad, son los motivos que retrasan el final de estas obras. No obstante, se espera que estén listas antes de primavera.

Estas obras comenzaron porque en la muralla anterior a la propia Alcazaba apareció una doble grieta. Los técnicos municipales advirtieron que no paraba de crecer desde el año 2012. Hace ya más de un año -en marzo de 2017- que el Ayuntamiento acordonó el tramo ante el riesgo de desprendimientos. Poco después instalaron unos maceteros ornamentales para reducir el impacto visual que producían las vallas sobre el monumento y para proteger el lienzo.

Ahora se ha descubierto que toda la antemuralla, que es más baja que la del propio monumento, no es tan antigua como se pensaba. El arquitecto Jorge López explica que si bien se pensaba que era del siglo XII, ahora se sabe que parte fue reconstruida a partir de los años 60. Incluso, ha aparecido la firma de tres albañiles con una fecha del año 2001.

Al comenzar las obras, parte de esa muralla ha cedido. Está inclinada hacia adelante porque no existía cimentación. Y hay un desplome de entre 50 y 60 centímetros. Los técnicos han considerado que lo mejor es derribar la parte que se encuentra en mal estado y que es reciente. Lo máximo que demolerían, en caso de verlo necesario, es el tramo sobre el que se están ejecutando ahora las obras y que está vallado. Después la reharán.

Las obras han destapado la cimentación de ese muro y seguirán excavando. Estos trabajos han hallado también restos de una construcción hidráulica. La arqueóloga, Nuria Sánchez, habla de restos de un aljibe como la hipótesis más plausible. Sin embargo, el arquitecto Jorge López apunta que podrían ser letrinas de construcciones antiguas.

De esos restos relacionados con una construcción hidráulica solo han encontrado la parte superficial, por lo que seguirán excavando y esperan averiguar de qué se trató realmente.

Se han encontrado hornacinas, una serie de paredes de la cárcel que aparece en los mapas del siglo XVII y que creen que es anterior. Existen constancias documentales de viviendas adosadas a la muralla desde el siglo XIX hasta la segunda mitad del siglo XX y de la eliminación de los restos de la cárcel hacia 1930.

Aún no está decidido qué elementos de todos los que están encontrando conservarán, porque la idea es dejar al descubierto los restos originales de la muralla de la Alcazaba. Sin embargo, reconocen que van apareciendo elementos importantes, como esas hornacinas que incluso podrían ser del siglo XVI y que merece la pena dejar como testigos de la historia de ese punto de la ciudad.

La actuación también se desarrolla en la Puerta del Capitel, donde harán consolidación y un grapado del arco con la puerta, puesto que se empezó a abrir cuando se derrumbaron las casas hace menos de un siglo.

El Ayuntamiento destina 175.000 euros a las obras y las financia con cargo al convenio de colaboración suscrito entre el Ministerio, la Junta y el propio Ayuntamiento en el año 2006.