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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
La pala trabajando ayer en la demolición del colegio Bótoa. CASIMIRO MORENO

La muralla de Pardaleras en Badajoz sale a la luz 55 años después

Una máquina inició este jueves la demolición de la antigua sede del colegio Nuestra Señora de Bótoa en la calle Estadium

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Viernes, 23 de noviembre 2018, 07:48

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Después de 55 años, los vecinos de Pardaleras volvieron a ver ayer el Baluarte de San Roque. Este tramo de la muralla abaluartada quedó tapado en 1963 por la construcción del colegio Nuestra Señora de Bótoa. Hace tres años, el centro se trasladó a otra sede y ayer una pala comenzó a demoler el inmueble que ha quedado vacío.

Muchos vecinos se pararon fuera del cordón de seguridad para hacer fotos del proceso y captar las primeras imágenes de la muralla despejada. La demolición, sin embargo, aún se alargará varios días, jornadas en las que se cortarán las calles Estadium y Hermanos Merino, salvo para acceder al aparcamiento de Adeba.

Para Emilia Ramos ayer fue especial ver las imágenes de la demolición del antiguo colegio Bótoa. Ella trabajó 15 años en esta escuela, 13 de ellos en la sede que está desapareciendo. Además de maestra, ejerció de jefa de estudios y directora. «Llevamos varios días mandándonos vídeos de cuando trabajábamos allí. Uno que hicimos en 2013, por el 50 aniversario, recordando toda la historia del centro».

Durante años, Ramos apoyó la lucha de los padres de los alumnos para conseguir un nuevo edificio que reuniese a todos los niños en el mismo lugar, ya que la falta de espacio les obligaba a dividir las aulas en dos inmuebles. También querían, y consiguieron, un colegio más moderno en Antonio Cuéllar Grajera. Sin embargo, ayer reconocía que al ver desaparecer la primera sede, sentía nostalgia. «Era una edificio que estaba ya mal, y además los niños estaban divididos, pero tienes recuerdos con mucho amor. Una época bonita».

Los vecinos de Pardaleras piden al Ayuntamiento que acelere la creación del corredor verde

La entrada de la pala para derribar el edificio también es un punto de inflexión para los vecinos de Pardaleras que llevan años pidieron que desaparezca este inmueble, ya que estaba vacío. La demolición, que ha costado 71.972 euros, y se alargará mes y medio más para completar todos los detalles, forma parte de un proyecto más ambicioso que pretende dejar al aire toda la muralla abaluartada desde Puerta Pilar (Los Cañones) hasta la Plaza de Toros.

«Ahora que han demolido el colegio, sería una pena que tardasen en poner en marcha el corredor verde», indicó ayer Juan José Martín, presidente de la Asociación de Vecinos de Pardaleras. En concreto el Consistorio pretende destinar 1,7 millones de los fondos Dusi a despejar ese tramo de muralla y ajardinar la zona. Martín cree que, cuando se lleve a cabo, este puede ser uno de los parques más visitados de la ciudad.

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