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Imagen de archivo de José Antonio Balas Terrón. HOY
Muere en Badajoz José Antonio Balas Terrón, Cruz de Alfonso X El Sabio por su trayectoria docente y vecinal

Muere en Badajoz José Antonio Balas Terrón, Cruz de Alfonso X El Sabio por su trayectoria docente y vecinal

Fundador de la asociación de vecinos de San Fernando, la ciudad le dedicó una calle junto al colegio Santo Tomas de Aquino, donde se jubiló como secretario

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Lunes, 5 de octubre 2020

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«Los conocimientos se enseñan con la tiza y los valores, con el ejemplo». Es lo que creyó toda su vida José Antonio Balas Terrón, un pacense destacado que después de dedicar sus 84 años de vida a la ciudad en la que nació fue despedido ayer por muchos de quienes le conocieron en la parroquia de San Fernando.

Hijo de militar, Balas Terrón nació en Badajoz en 1935, donde cursó los estudios de Bachillerato y Magisterio. Comenzó a ejercer en Aceuchal, pero en 1964 obtuvo el número 1 en las oposiciones nacionales y pronto se incorporó al colegio público Santo Tomás de Aquino, donde se jubiló como secretario en 1999.

Por su labor docente fue distinguido en 2004 con la Cruz de Alfonso X El Sabio, pero ya dos años antes la asociación de vecinos, la parroquia de San Fernando y su colegio consiguieron que se le dedicara una calle junto a la escuela a la que dedicó su vida.

Le reconocían así tres facetas en las que destacó: la vecinal, como fundador y presidente de la asociación de vecinos; la docente, por su entrega a varias promociones de alumnos; y la creyente, que le llevó a presidir el movimiento de Cristiandad.

Maribel Generelo, actual presidenta de la asociación de vecinos, dijo ayer que Balas Terrón estuvo pendiente del barrio mientras las fuerzas le acompañaron. «Siempre llamaba para hacer propuestas, para ver cómo iban las cosas... Y siempre que podía nos acompañaba a las reuniones en el Ayuntamiento».

En el barrio recuerdan la época en la que fundó la asociación de vecinos. Fue a finales de la década de 1970, cuando en San Fernando escaseaban las calles asfaltadas, las aceras e incluso el alumbrado público. Pocos años después logró un local para la asociación y pronto dejó paso a una nueva directiva. Pero no se desentendió del movimiento que había iniciado y se puso al frente del Torneo de Ajedrez Antonio Balas Lizárraga, que llevaba el nombre de su padre. También fundó el Club de Pescadores y fue clave en los inicios de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer (AFAEx). En los últimos años acostumbraba a participar en la tertulia deportiva de Onda Cero Badajoz, donde llevaba a gala su amor por el Badajoz y su cariño al Athletic de Bilbao.

Desde hacía tiempo su salud era delicada y el domingo se apagó su vida. En su esquela, publicada en HOY, su familia incluyó el poema que José Antonio Balas escribió en 1993 para la Fiesta de las Candelas de su barrio. «El día que yo me muera, saquen de este, mi cuerpo, aquello que a otros les valga, incinérense mis restos, y aviéntense mis cenizas desde el Puente de Palmas. Porque así, purificado en el fuego y antes de entrar en la tierra, podré vivir en el aire, así viviré en el agua y así podré descubrir qué atesora en sus entrañas mi viejo amigo, el Guadiana».

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