Muere Antonio Sillero, exvicerrector de investigación de la UEx

Este sábado falleció en Madrid Antonio Sillero Repullo. Tras una larga y penosa enfermedad, ha perdido la vida a los 86 años el que fuera catedrático y director del Departamento de Bioquímica, Biología Molecular y Genética, director del ICE y vicerrector de Investigación de la Universidad de Extremadura.

Licenciado en Medicina por la Universidad de Granada y en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid, el investigador era natural de Rute (Córdoba). Obtuvo las dos carreras casi simultáneamente, en 1962. Se doctoró en Medicina en 1967, bajo la dirección del discípulo del Nobel Severo Ochoa, Alberto Sols y también doctor en Ciencias Químicas en el mismo año.

En 1968 recibió el Premio Gregorio Marañón y se trasladó a Nueva York para ampliar su formación en Bioquímica, que completó después en la Escuela Universitaria del Doctor Severo Ochoa.

De 1970 a 1975, trabajó como profesor adjunto de Bioquímica y Fisiología Especial de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y como investigador científico del Instituto de Enzimología de Madrid.

En 1975 obtiene por oposición la plaza de profesora gregado de Fisiología General, Química Biológica y Fisiología Especial de la Universidad de Valladolid, donde permaneció cuatro años, hasta la obtención por concurso de la Cátedra de Bioquímica de la Facultad de Medicina de Badajoz, en 1979, donde imparte docencia y continúa su tarea investigadora hasta 1987.

En la UEX colabora también como director del ICE y como vicerector de Investigación. En 1982 es acogido con distinción, junto a un reducido grupo de selectos científicos españoles, en el Palacio de la Zarzuela, por el rey Juan Carlos I.

En 1987 obtiene por traslado la Cátedra de Bioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid. En 2006 es nombrado Director del Departamento de Bioquímica de la UAM, hasta su jubilación en 2008, recibiendo posteriormente el prestigioso reconocimiento oficial de Prof. Emérito de la UAM.

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Fruto de su prolífica actividad docente e investigadora es la dirección de doce tesis doctorales (cuatro de ellas en Badajoz) y de numerosas tesinas y la publicación de más de130 trabajos de investigación en las revistas más prestigiosas del mundo de su especialidad. En 1978, también había publicado un libro educativo, para bachilleres, sobre Biología, reeditado hasta 1985 en cuatro ocasiones sucesivas por la conocida editorial Luis Vives.

En Badajoz formó una escuela de entrañables discípulos, colaboradores y prestigiosos investigadores que han continuado su brillante estela con notorio éxito y a los que ha atendido en múltiples regresos puntuales a Badajoz, posteriores a su marcha, con dedicación y afecto.

Ha dejado un emotivo recuerdo imborrable entre los profesores y antiguos alumnos de la Facultad de Medicina de Badajoz. De comportamiento afable, fue siempre muy sencillo y asequible, como corresponde a las personas de auténtica valía.

Nos deja el ejemplo de la gran humildad de su conducta, de su ingente actividad y de su incansable trabajo, que siempre estuvo ennoblecido con su conocida máxima de que «cualquier actividad es digna, si se ejerce con dignidad».

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