Borrar
¿Qué ha pasado este sábado, 6 de diciembre, en Extremadura?
Margarita Salas, rodeada de profesoras de la UEx y alumnas de cuarto de Biología. :: Casimiro Moreno

«Si Margarita Salas llegó, nosotras podemos»

La científica charló este martes con jóvenes estudiantes en la UEx

Rocío Romero

Badajoz

Martes, 26 de febrero 2019, 21:13

Comenta

«Para nosotras es una motivación. Si ella ha llegado, nosotras también podemos». Es la frase que repetía un grupo de universitarias este martes, tras charlar durante unos minutos con Margarita Salas.

La científica acudió a la UEx para compartir sus experiencias y celebrar el Día de la Mujer y la Ciencia. Ella, que tiene 81 años y ha permitido conocer cómo funciona el ADN, habló ante un auditorio repleto de alumnos de instituto y de la Universidad. Margarita Salas está considerada un referente en la ciencia, un ejemplo en la investigación y un icono como pionera.

Por eso ayer un grupo de alumnas de cuarto de Biología se le arremolinaba y le pedían una foto. «Creo que es de las primeras mujeres de las que nos han hablado. En genética, en el campo de la bioquímica... Las profesoras nos han creado mucha admiración hacia ella desde primero de carrera», explicaba Andrea Paola Núñez con Salas delante. La investigadora, cercana, les contaría después que trabajó en el laboratorio de Severo Ochoa en Nueva York durante dos años y realizó su tesis doctoral con Alberto Sols. Su mejor compañero fue también su mejor maestro: el extremeño Eladio Viñuela.

El consejo de Margarita Salas a las alumnas es: «Trabajo, trabajo y trabajo». Es la receta para desarrollar una carrera brillante como la suya, en la que ha escrito más de 400 artículos científicos, pronunciado 500 conferencias y firmado ocho patentes. Entre ellas se encuentra una de las más rentables para el Centro Superior de Investigaciones Científicas. Ha dirigido 36 tesis doctorales.

Desde que Salas empezó la Universidad en los años 50 hasta que se ha convertido en doctora honoris causa por doce universidades han pasado más de 60 años. Ha visto, en definitiva, la evolución de la mujer en los laboratorios.«Percibo una ilusión especial. Ahora hay muchas más mujeres que antes en nuestros laboratorios haciendo tesis doctorales. Creo que seguirán adelante y llegarán a ser científicas tan buenas como puedan ser los hombres».

Ana Alicia Pardo es otra de las estudiantes que le escuchaba estas palabras antes de empezar la conferencia. Margarita Salas reconocía entonces que aún hay muchas mujeres que abandonan su carrera investigadora cuando tienen hijos. «Es importante que la sociedad cambie. Hay que apoyar a las mujeres cuando son madres. Debe haber facilidades para cuidar a los hijos, como guarderías, y que los hombres se involucren en la paternidad, que hay que estar al 50%».

Ya metidos en el acto universitario se conoció el dato. «La mitad de las científicas abandona su trabajo tras el nacimiento de su primer hijo», apuntó la investigadora María Victoria Gil. Ella hizo de maestra de ceremonias y dio una charla sobre la situación de la mujer en la ciencia.

Explicó que el trabajo de muchas mujeres ha quedado tapado por el de sus maridos, dado que aún hoy adoptan el apellido de su esposo en muchos países. Ofreció datos sorprendentes, como que las niñas se creen menos brillantes que los niños desde los seis años, según un estudio publicado en Science.

Fue curioso. HOY habló con una decena de estudiantes de instituto que fueron al Aula Magna de la UEx para escuchar a Salas. Las había de Los Maristas, del Campos de San Roque de Valverde de Leganés, del Bárbara de Braganza, el Domingo Cáceres... Todas tienen planes para carreras difíciles:Medicina, Arquitectura, Criminología, Económicas, Ciencias del Deporte... Pero solo Laura Mateos, de Los Maristas, quiere dedicarse a la investigación enfocada hacia la biodiversidad y la ecología. «A ver si Margarita Salas me inspira». El resto no se plantea, de momento, hacer carrera en la investigación.

Cambiar la mentalidad

Para que haya más mujeres en ciencia la clave está, dijo María Victoria Gil, en cambiar la mentalidad.

Para eso es importante conocer el papel que la mujer ha tenido en la ciencia históricamente. Por eso Margarita Salas contó al auditorio que la más conocida de entre las antiguas es Hypatia de Alejandría. Habló de la figura de Marie Curie, la primera persona que fue reconocida dos veces con el Nobel, y de su hija, Irene Joliet-Curie, que también lo logró. A Salas, que pasa ya de los 80, le gustaría ser como Rita Levi Montalcini, que logró el Nobel en 1983 y con 103 años seguía yendo al laboratorio.

«Para nosotras es un honor que Margarita Salas venga a nuestra Universidad, que es menos conocida que la de Madrid o Barcelona, pero que tenemos un gran nivel. Su presencia lo demuestra y nos da ganas de seguir», subrayó Ana Alicia Pardo, universitaria. «Para nosotras es una motivación.Si ella ha llegado, nosotras también podemos. Su solo ejemplo nos inspira», sentenció su compañera Isabel Llanos.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Si Margarita Salas llegó, nosotras podemos»

«Si Margarita Salas llegó, nosotras podemos»