Justicia aplaza a la primavera de 2021 la terminación de los nuevos juzgados de Badajoz

El Ministerio de Justicia confía en terminar los nuevos juzgados de Badajoz durante la primavera del próximo año. Ese plazo, comunicado ayer, alarga en varios meses las previsiones que se manejaban hasta el momento y que apuntaban al próximo mes de noviembre como fecha prevista para la conclusión de los trabajos.

Desde la Secretaría General del Ministerio de Justicia se indica que «las obras van a buen ritmo a pesar de la complejidad añadida de una actuación que es continuación de los trabajos paralizados y realizados por otras empresas».

Si el nuevo plazo se cumple, los juzgados estarán concluidos en primavera y en los meses siguientes será realizado el traslado, por lo que la entrada en funcionamiento coincidirá con el curso judicial 2021/2022.

La llegada del personal judicial todavía no se aventura próxima, pero los vecinos de la Ronda Norte observan esperanzados el desembarco de los trabajadores que deberán concluir el palacio de justicia, cuya ejecución se va a retrasar en dos años debido a que la empresa a la que fue adjudicada la obra entró en concurso de acreedores.

La edificación quedó paralizada durante el verano de 2018 y aunque en un primer momento el Ministerio de Justicia tuvo la intención de concluir la construcción sin sacarla de nuevo a concurso, finalmente optó por abrir un proceso administrativo que concluyó en marzo de este año con la adjudicación de los trabajos pendientes.

Esa actuación, presupuestada en 3.111.548 euros, fue encargada a la unión temporal de empresas formada por Ceviam EPC S.L. y Construcción y Obras Públicas Recio S.A., que disponía de cinco meses para llevarla a cabo.

Pero la crisis de coronavirus retrasó la obra, que finalmente fue retomada el pasado mes de junio.

En la zona no han pasado desapercibidos los movimientos de la nueva contrata. Los vecinos confirman que hace tres semanas llegó una máquina excavadora que estuvo realizando trabajos de limpieza y desbroce en la explanada exterior.

Raúl Tinoco ha seguido todos esos movimientos desde su estudio gráfico, ubicado en un local que dista unos pocos metros de la puerta por la que se accede a las obras del juzgado. «Hace tres semanas empezó a verse un trabajador, pero ha sido esta semana cuando han empezado a entrar los primeros materiales. Ahora están llegando placas de pladur».

Este joven diseñador sigue con interés los trabajos puesto que confía en captar nuevos clientes cuando el juzgado funcione.

El mismo interés muestran los locales de hostelería de la zona, que cuenta con una churrería y alguna cafetería. «Incluso conozco a un abogado que ha comprado varias plazas de garaje con la intención de alquilarlas, y tengo amigos con viviendas que confían en alquilarlas para despachos de abogados», añade Raúl Tinoco. Todos esos negocios siguen a la espera de que se ponga en marcha la nueva ciudad de la justicia, que habría estado lista en abril de 2019 si las obras no se hubiesen interrumpido.

El presidente de la Audiencia Provincial de Badajoz, Luis Romualdo Hernández Díaz-Ambrona, ha indicado que las nuevas instalaciones facilitarán el desarrollo de la actividad judicial y el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social implantadas a causa del coronavirus.

Este magistrado explica que en edificios judiciales modernos, como el que se construyó en Mérida, los espacios son más amplios y existen accesos diferenciados. «Realmente las instalaciones actuales se han quedado obsoletas y resultan poco funcionales». Como ejemplo, habla de la posibilidad que ofrece el nuevo edificio para que las víctimas de los delitos y los testigos no tengan contacto con los acusados salvo en el momento del juicio.

Con argumentos parecidos se ha expresado el fiscal jefe de Badajoz, Juan Calixto Galán, quien reconoce que los espacios que ofrecerán los nuevos juzgados facilitarán el funcionamiento de los distintos órganos judiciales. «Esa obra urge», afirma.