La Junta estudia el coste y las obras para recuperar el puente de Cantillana de Badajoz

Una vez que conozcan cuánto costará la rehabilitación, buscarán los fondos para ello, que pueden ser europeos.

Antes de iniciar las obras, Gragera e Higuero convocarán a un encuentro al presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Samuel Moraleda, para aclarar de quién es el puente. «Tanto desde el Ayuntamiento como desde la Junta de Extremadura estamos dispuestos a encontrar una solución, pero creo que este será el menor de los problemas», dijo el consejero en el Ayuntamiento este miércoles. «Lo importante es que comenzamos las negociaciones para arreglar el puente y tenerlo en su máximo esplendor pronto», añadió.

Ahora la Dirección General de Infraestructuras estudia la viabilidad y el coste de la obra. «Cuando sepamos qué hay que hacer y cuánto va a costar, nos reuniremos para replantear el proyecto».

El alcalde, Ignacio Gragera, ha asegurado que este acuerdo es fundamental porque «han existido muchas dificultades legales y técnicas para inmatricular el puente por falta de documentación, que apoya en parte vía pecuaria, atraviesa un dominio hidráulico público y porque es un puente que no pertenece a nadie».

«Me es indiferente qué administración inmatricularía el inmueble (inscribirlo por primera vez en el registro de la propiedad), el Ayuntamiento está dispuesto, y después a buscar los fondos. Pero para eso es fundamental el impulso de la Junta de Extremadura», añadió Gragera.

La titularidad del puente es uno de los asuntos más importantes, dado que es necesario aclararlo para solicitar fondos europeos destinados a su rehabilitación.

El puente se comenzó a construir en 1531 y se terminó cuatro años más tarde. Está incluido en la lista roja de la asociación Hispana Nostra, un comité científico que analiza el estado de conservación de los monumentos españoles. Este puente renacentista fue testigo de grandes acontecimientos históricos como el sitio de 1658, los de 1705 y las batallas de Gévora o Santa Engracia.

Hoy en día se encuentra en ruinas y su rehabilitación es una de las grandes reivindicaciones de las asociaciones patrimonialistas, como Amigos de Badajoz. De hecho, fue un expediente suyo el que consiguió que fuera declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en junio de 2022.

Después, las intensas lluvias de 2023 le pasaron factura y la Junta se comprometió a realizar una actuación de urgencia para evitar que continuara el deterioro. Pero los meses han pasado sin que se mueva una piedra. A pesar de ello, la mayor parte de la estructura de este puente de 220 metros y siete arcos, cuya plataforma es más antigua que el Puente de Palmas, aún está en pie.

En los últimos meses, el PSOE ha insistido en la necesidad de encontrar una solución.

Tanto el consejero como el alcalde se han esforzado en asegurar que «se ha abierto un tiempo nuevo» para la ciudad, con más colaboración (entre la Junta y el Ayuntamiento) y que ahora sí se ponen las bases para realizar inversiones, como la prevista en el Puente de Cantilla.

Además, Higuero ha anunciado otras obras para recuperar la cañada real entre la ciudad y el cuartel de la base general Menacho. El alcalde ha recordado que la Junta adecuó los tres primeros kilómetros del camino entre 2011 y 2015 (con el PP en la Junta), pero que desde entonces no se ha avanzado. Ahora se trata de rehabilitar el camino para el ganado, deportistas y paseantes hasta la base militar. Y, de paso, abarcar el tramo que lleva hasta la ermita de Bótoa y que permitirá realizar en mejores condiciones la romería a pie el primer fin de semana de mayo. De ahí que el alcalde se haya referido al «patrimonio emocional» de esta senda.

En el caso de la cañada real no hay dudas sobre la propiedad. Por lo que la Junta realizará las obras durante este mandato.