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Tete Alejandre, con dos cuadros de 'Lo cotidiano' de fondo. :: HOY
«Intento que la belleza plástica de la foto lleve un mensaje, un discurso»

«Intento que la belleza plástica de la foto lleve un mensaje, un discurso»

El fotógrafo Tete Alejandre expone en el edificio Siglo XXI 'Lo cotidiano', inspirada en el pueblo portugués de Costa Nova

A. GILGADO

Domingo, 17 de febrero 2019, 10:52

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En el curriculum de Tete Alejandre abundan premios locales (Ciudad de Badajoz), regionales (Sala El Brocense), nacionales (Ciudad de Barcelona o Enaire) y en los últimos tiempos internacionales, como el de la Fundación Ferrocarriles Españoles, al que se presentaron más de mil quinientos autores de sesenta y dos países.

El fotógrafo plástico cacereño cuelga estos días en el Edificio Siglo XXI del paseo fluvial 'Lo cotidiano', un conjunto de imágenes cargadas de color, simetría y volumen.

Ha fotografiado todas las casas de rayas de colores de Costa Nova, en la ría de Aveiro. Pero el resultado no es un mera sucesión de tomas de edificios. Sus obras se parecen más a lienzos de pintura que a retratos.

Como sociólogo primero y como artista después, le interesa la vida urbana y la arquitectura

Parte de lo que ahora se puede ver lo avanzó en la Noche en Blanco y lo presentó en la primavera pasada en la sala El Brocense de Cáceres. «La gente me decía que le transmitía mucha tranquilidad».

En realidad, argumenta, quiere trasladar al espectador al pueblo arquetípico de la costa portuguesa. Y para conseguirlo se detiene en los colores y las fachadas tan características de la costa atlántica. «Evoca un poco lo que todos recordamos de Portugal».

Como artista plástico Alejandre se nutre de la Escuela de Düsseldorf, pionera en la fotografía documental. Fundada por el matrimonio Hilla y Bernd Becher, promovió la documentación fotográfica de elementos urbanísticos que entendían debían permanecer siempre pero intuían que acabarían desapareciendo. «Sin haberlo pensado, hice algo parecido. Fui fotografiando casa por casa situándome enfrente de cada una de las edificaciones».

Pero se alejó de la sagrada objetividad sobre el escenario que marca Düsseldorf para construir un entorno reinventado en cada pieza de Costa Nova. De esta forma consigue una composición ficticia a partir de un elemento real. Hay dos elementos que resaltan: el color y la geometría. «Los portugueses saben manejar el color mejor que nosotros. En Andalucía los pueblos son blancos, en Portugal son blancos pero con rayas azules, amarillas o rojas».

En la geometría de 'Lo cotidiano' se ha cuidado mucho de presentar edificios y elementos urbanos trazados en líneas rectas.

Alejandre estudió Sociología y se especializó en sociología urbana y población. Sus primeros trabajos a principio de los noventa se basaban en diseñar estrategias de planificación urbana para las ciudades. «La arquitectura y la sociología me han llamado siempre la atención, son elementos muy presentes en mi obra». Y no solo se acerca a las líneas o la composición morfológica de las construcciones, recoge igualmente la vida que encierra la estructura urbana y las relaciones que se fraguan.

Ocurrió, por ejemplo, con la obra que le valió el premio de la Fundación Enaire. Retrató una fachada de la plaza de las Américas de Cáceres con un par de carteles de 'Se vende'.

La potente masa cromática y geométrica ilustraba la España que había quedado después de la crisis. «Intento que la belleza plástica lleve también un mensaje. Un discurso». Alejandre utiliza la técnica fotográfica para alumbrar una creación plástica. La toma capturada se convierte en materia prima del tratamiento posterior del artista. «Me interesa mucho la segunda fase, el proceso que yo hago para convertir la foto de la que parto en una nueva forma de expresión».

Como sociólogo primero y como artista visual después, Alejandre se interesó desde muy pronto por la visión del arte a través de la 'Street Photography'. Reconoce que en sus inicios se centró en el blanco y negro, pero evolucionó después hacia el color. Ahora se centra en buscar los límites de la fotografía. «Los límite físicos los marca la arquitectura y el color, por eso me interesa tanto experimentar y resaltar la masa cromática».

Con 'Lo cotidiano' expresa la vida detenida en un pueblo en el que más allá de los cambios de escenario, perdura lo esencial. La vida se intuye en el hombre asomado a la ventana o en la reunión de grupo en el porche. No extraña que a la gente le inspire tranquilidad.

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