El Hotel Lisboa de Badajoz cierra para su reconstrucción y abrir en octubre de 2024

Estos días comenzarán a sacar el mobiliario para tenerlo vacío cuando el Ayuntamiento firme la licencia de obras. Saldrán muebles, cortinas, televisiones, colchones... «Hay que quitarlo todo para cuando tengamos aprobado el proyecto de demolición», señala Pedro Tent, el propietario del hotel.

Explica que han estado reunidos en los últimos días con Bomberos y confía en que el pleno de septiembre dé el visto bueno al proyecto y las autorizaciones. «Queremos arrancar lo antes posible. Sabemos que este mes es complicado, esperemos que en septiembre salga aprobado y nos podamos poner manos a la obra».

Las demoliciones serán interiores, pero como ya adelantó HOY en enero, la característica fachada del establecimiento permanecerá. Aunque no está protegida, van a mantenerla porque es muy característica del establecimiento y del momento en que se construyó, en los años 70. «Hay gente a la que le parece horrorosa, a mí no. Se mantiene, pero habrá una restauración por cuestiones medioambientales», indica el arquitecto Carlos Ferrandis, del estudio 'Cerogrados' y que dirige la rehabilitación.

«Desde lejos parecerá el mismo establecimiento, pero renovado. Conforme uno se vaya acercando verá los cambios en la planta baja y la primera, donde los materiales serán distintos» añade.

La renovación, a nivel tecnológico será total, indica el arquitecto. Se dejará la fachada, los pilares y los forjados, pero el resto del interior será nuevo. «La fachada se respeta y todo lo que hay dentro va fuera. Se queda la estructura», avanza el propietario. Además, se realizarán tareas para mejorar su eficiencia energética.

De este modo se construirán 127 habitaciones, algunas más grandes que otras para dar servicio a personas que requieran de una larga estancia en el establecimiento, pero todo se dedicará a hotel. Habrá habitaciones standard, premium, junior suites y suites.

En la planta habrá una piscina, que construirán en la parcela aneja que vallaron el verano pasado y donde había tres chalés en ruinas. Estará rodeada de jardines para celebrar eventos y contará con una zona de hostelería. La idea es sacar el máximo partido a las instalaciones, en cuya entreplanta habrá varios salones y terrazas. Quieren ofrecer una serie de servicios que interesen a los pacenses y no solo a los visitantes para dormir. Ampliarán igualmente los aparcamientos.

Actualmente el acceso al hotel está frente al instituto San Fernando, en la avenida de Augusto Vázquez. Se mantendrá en esa zona, pero girado hacia Adolfo Díaz Ambrona, por lo que la nueva entrada mirará hacia esta avenida.

El acceso contará con jardines, agua y un área para que los clientes puedan descargar equipajes o esperar un taxi. Reurbanizarán este espacio totalmente y se mejorará la accesibilidad para personas con movilidad reducida.

La inversión total está pendiente de calcular los últimos presupuestos, aunque Pedro Tent afirma que en obras de este tipo se parte con una previsión y la inversión final es otra.

Los estudios de viabilidad que han realizado le indicaron que sería difícil amortizar el gasto que le va a suponer. Aun así, Pedro Tent apuesta por la reforma. «Hay tipos de negocios que tienen su parte sentimental y este lo tiene porque fue de los primeros negocios de mi padre».

Aunque este agosto comenzarán a salir los muebles, algunas cosas van a mantenerse. Entre ellas los dos murales del artista Francisco Pedraja. Han contratado a una restauradora para recuperarlos y exhibir las obras de arte en el nuevo hotel.