Comprar un arma de aire comprimido es fácil y barato

Unas cuatro horas después, se cree que la misma pareja ha sido la autora de otro atraco en la gasolinera Repsol, de la carretera de Sevilla. En este caso, solo había un empleado y denuncia que sin aviso y sin necesidad, dispararon al aire dentro del local. No hay balas, por lo que se cree que se trata de pistolas simuladas, probablemente de balines.

La compra de este tipo de armas es relativamente fácil. Se pueden encontrar en Internet y en armerías. En Badajoz hay, al menos, tres establecimientos de este tipo. En una de ellas explican que es necesario tener 18 años cumplidos o acudir acompañado del tutor legal para adquirir un arma de balines.

Para comprarla, no es necesario contar con un permiso de armas como el resto de equipos que suelen ser habituales en los domicilios de los cazadores. Desde la tienda tienda comunican de forma inmediata la adquisición y los datos del comprador a la Intervención de Armas de la Guardia Civil. El dependiente crea una ficha con los datos del titular.

Además, el vendedor entrega una tarjeta que el titular tiene que presentar en el Ayuntamiento de Badajoz. Es el alcalde quien termina poniendo su firma en ese permiso. «Es una especie de guía del arma, como una cartulina», señalan desde la misma armería. En esta aparece el número del arma. A diferencia de los sucesos que se recogen en películas del tipo CSI, en el caso de que quede un balín en el suelo como testigo del incidente, no es posible identificar el arma a partir de este resto.

Existe una horquilla de precios muy amplia. Desde menos de cien euros (por Internet las hay por 58 euros) «hasta lo que uno se quiera gastar, en función de las características. Las pistolas (como parece que se usaron en los atracos de este lunes) son más económicas», señalan desde la armería.

A pesar de que son de fácil acceso, este tipo de armas también puede causar heridas. «Algunas pueden hacer bastante daño. Si un balín te coge cerca, te hace daño. Si es nueva, con fuerza y cerca, sí causa problemas», señalan desde el mismo establecimiento.

Este tipo de armas se venden habitualmente para tiro deportivo en diana o en galerías. «Ahora están más controladas, antes se vendían incluso en ferreterías».

Desde la Federación Extremeña de Caza, su presidente, José María Gallardo, señala que este tipo de armas no se suelen usar para cazar. Solo están permitidas en la disciplina «field-target» o tiro de campo. Esta modalidad está bastante extendida en otros países. Pero en España en general y en Extremadura en particular es menos habitual.

Entre otras cosas, explica Gallardo, son armas con un precio alto, sobre unos 2.500 euros, y muy profesionales, con grandes visores y una presión controlada. Aunque las armas de aire comprimido pueden hacer menos daño que las de fuego, advierte que «si te da en un ojo, te lo puede saltar».