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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
El profesor de Física Juan Ruiz en un laboratorio del campus de Badajoz. :: J.V. ARNELAS
La facultad de Física lleva el legado de Stephen Hawking a la Factoría Joven

La facultad de Física lleva el legado de Stephen Hawking a la Factoría Joven

El profesor Juan Ruiz le dedicó una clase el día que murió y tuvo tanto éxito que ha decidido repetir hoy para todo el público

Antonio Gilgado

Badajoz

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Martes, 17 de abril 2018, 08:02

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Juan Ruiz es profesor titular de Física Teórica de la Universidad de Extremadura. En la asignatura de Gravitación y Cosmología aborda los agujeros negros. Tema estrella para muchos de sus alumnos. Aunque tiene que ceñirse al plan de estudios, la muerte de Stephen Hawking -falleció el 14 de marzo- no podía pasar desapercibida en la Facultad. Casi de forma improvisada preparó una ponencia sobre su legado.

Aquel modesto homenaje llenó el auditorio y el éxito alentó al profesor a repetir la experiencia fuera de la Universidad. La figura de Hawking trascendió la ciencia y su historia interesa más allá de los campus. El profesor Juan Ruiz intentará explicar hoy a las siete y media en la Factoría Joven que los agujeros negros no son tan negros. El reto es explicar sus logros científicos a gente ajena a la Física. Al profesor Ruiz le han preguntado muchas veces si puede equipararse a Einstein o a Isaac Newton. No llega a tanto, pero en su opinión, ha conseguido meter la Física Cuántica en la gravedad. La teoría de Hawking de que los agujeros negros se evaporan fue el primer paso. Desarrollar todo eso con la gran discapacidad que padecía, le convirtió en un referente.

El profesor Ruiz le conoció cuando preparaba su tesis. Fue en el año 89 en una reunión técnica en el CSIC. Llevaba la charla de 55 minutos grabada en el sintetizador de voz. Al finalizar se abrió el turno de preguntas y a Ruiz le impresionó el eterno silencio durante los quince minutos que necesitó Hawking para preparar la respuesta y trasladarla, palabra por palabra, al sintetizador. «Fue increíble. Estábamos cincuenta personas y nadie dijo nada. Ni un cuchilleo». No hubo más preguntas.

«Despertó vocaciones. Antes entraban cinco alumnos en la facultad, ahora lo hacen cuarenta»

Ahora le rinde homenaje en el Centro Joven Puente Real porque cree que los investigadores tienen que transmitir la ciencia a la sociedad. «Es la sociedad la que nos financia». De ahí el afán por salir fuera del campus cuando hay causas que lo merecen. En 2015, coincidiendo con los cien años de la relatividad general de Einstein, organizaron exposiciones y charlas en las biblioteca pública de Valdepasillas. Conectan con un perfil más amplio. Desde jóvenes de secundaria a personas mayores con inquietudes culturales.

Atención mediática

La biomedicina siempre arrastra mucho interés. Cáncer, parkinson, alzhéimer o diabetes son enfermedades cercanas y los avances médicos generan expectación. Es habitual encontrarse campañas de micromecenazgos en las redes sociales o en plataformas para financiar proyectos de investigación. La Física, en cambio, se veía como una disciplina ajena, menos relevante. El afecto y el respeto que se ha ganado Hawking ha revertido, en parte, esa idea. Ruiz cree que la gente se empezó a fijar en Hawking y este hizo que la gente se fijara en la Física. Pone como ejemplos el seguimiento mediático que han tenido algunos acontecimientos recientes en la disciplina como el descubrimiento del Bosón de Higgs o las ondas gravitacionales. Cada vez son más frecuentes las noticias en los medios sobre astrofísica. El efecto cascada y las nuevas vocaciones llegan hasta los campus. Los cinco o seis alumnos que se matriculaban hace cinco años en el grado de Física de la UEx se han convertido ahora en cuarenta. De tener plazas libres a quedarse gente fuera. La situación se ha revertido y no es algo casual, explica el profesor. Cuando entraban entre seis y diez alumnos pusieron como tope cuarenta. Un clausus holgado que garantizaba la operatividad en los laboratorios. Antes de la crisis, muchos físicos en potencia acababan como ingenieros, pero en los últimos años la inserción laboral ya no es tan alta en las ingenierías y los alumnos se dejan llevar más por su vocación. La Física tiene más presencia en la sociedad y también se ha desterrado la vieja idea de que no tenía salidas laborales. La mitad de los físicos que trabajan en España, explica el profesor Ruiz, trabajan como docentes en secundaria o en universidades. La otra mitad encuentra su camino en el mundo financiero. Bancos, auditorias y compañías de mercados contratan a físicos por su formación matemática y cuántica.

La tecnología financiera se nutre de operaciones matemáticas. Hay físicos estadísticos que trabajan como 'trading de alta frecuencia', fluctuaciones en el valor de las acciones en milisegundos. «El nicho del físico no es solo como astrónomo. La gente piensa que es complicado encontrar trabajo, pero no es cierto».

En las habituales visitas a los institutos para orientar a los preuniversitarios no solo le hablan de la Cuántica o de los agujeros negros, también les detallan el campo tan amplio al que da acceso la formación que reciben en la carrera de Física.

Habitualmente, explica, son alumnos muy vocacionales. Por eso cuando le hablas de Hawking y de los agujeros negros ponen tanto interés. El reto ahora es que ese mismo interés también lo despierte en aquellos que no van a diario al campus de la facultad de la avenida de Elvas.

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