Accidente en Badajoz
Eva: «Si llego a estar en medio de la tienda, el coche me mata»La dueña de la tienda donde se ha empotrado el turismo agradece que no les ha pasado nada a ella ni a sus familiares en un siniestro que ha dejado una herida grave
Con una caja llena de perchas vacías salía Eva, la propietaria de Modas Eva, de la tienda en la que este lunes se empotró un coche modelo BMW ... . El accidente ocurrió cuando el vehículo intentaba estacionar en la avenida Carolina Coronado del barrio pacense de San Fernando. En la accidentada maniobra el turismo se llevó por delante a una mujer de 68 años que resultó herida grave. «Ha sido todo muy rápido, no me he dado cuenta de nada; cuando he querido reaccionar tenía el coche aquí dentro. No he visto cómo ha sido, he oído un ruido y el coche estaba aquí», decía angustiada la propietaria.
El reloj rozaba las siete y media de la tarde cuando el vehículo invadió su tienda, un local del que ella no es la propietaria, pero que tiene a renta desde hace algunos años, y donde su familia pasa muchas tardes junto a ella. «Gracias a dios todos estamos bien. Yo estaba al fondo, cerca de los probadores, si llego a estar en el medio del pasillo, el coche me mata«, lamentaba.
El turismo entró de frente a la tienda, quedando parado en uno de los laterales. «No me esperaba para nada algo así, nadie se lo espera. El susto ha sido enorme. Hay un bordillo muy grande en la acera; no sé cómo ha podido pasar, solo sé que estamos bien», zanjó.
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En el establecimiento no estaba ella sola. Su madre y su hija pequeña acompañaban a Eva. «Ha sido una suerte porque ellas a última hora de la tarde salen a la calle y se sientan en la acera, pero aún era pronto y estaban dentro, si no, no sé que habría podido pasar», realtaba mientras sus vecinos y familiares le ayudaban a sacar del local todo el material y artículos que había dentro.
«Esto nos lo tenemos que llevar todo de aquí, porque la cristalera de la entrada está rota, y no puedo irme y dejar todo aquí que puede entrar todo el mundo», contaba a sus familiares.
Cristales rotos, espejos, y algunos restos de madera de las estanterías estaban en el suelo, justo a la entrada del local, justo encima el letrero de la alarma avisaba de su presencia. «No soy la única afectada, porque yo soy la dueña del negocio, la tienda es mía pero no soy la dueña del local. No sé cuando podré abrir, el seguro ya está avisado, ojalá y venga mañana para poder reparar todo esto lo más pronto posible», contaba a HOY mientras intentaba bajar los toldos para cubrir parte de la entrada del local.
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