El SES espera un descenso en los ingresos que no haga necesario Ifeba

A pesar que el SES invertirá medio millón de euros en adecuar las instalaciones, el mismo sistema sanitario confía en que los ingresos se reduzcan a partir de la próxima semana y que no sea necesario derivar pacientes a esta instalación provisional.

Lo dijo Ceciliano Franco en una entrevista en Canal Extremadura Radio. «Basta que vaticinemos algo para que no se cumpla, pero los cálculos teóricos nuestros indican que no será necesario utilizarlo (Ifeba). Si todos los valores predictivos que tenemos se cumplen, a partir de la semana que viene irán bajando los ingresos y como las estancias están en torno a nueve días no será necesario. Pero como decía antes basta decirlo para que se incumpla».

Este hospital atenderá a pacientes de toda la provincia que no requieran de cuidados intensivos. Está diseñado para acoger 153 boxes individuales.

Los datos proporcionados el jueves indican que el 64% de las camas para enfermos agudos del área de salud de Badajoz están ocupadas y que prácticamente una tercera parte están copadas por enfermos del virus.

Franco se mostró ayer preocupado por la presión hospitalaria. Pero, según dijo, no por imposibilidad de atender a los pacientes, sino por la «tensión a la que están sometiendo al personal sanitario».

Los datos de ocupación hospitalaria en la mañana del jueves apuntan a que la UCI de Mérida estaba casi completa. De 26 camas, 24 están cubiertas y 20 de ellas por enfermos de covid-19. «En Mérida vamos a sacar dos puestos más y podemos sacar algunos más de quirófano». «Nuestra capacidad de UCI; que es de cien puestos, podemos triplicarla», aseguró.

La preocupación -insistió- no es por el espacio, sino por el «agotamiento» del personal y las bajas que registran entre los sanitarios por contagios. «Todo esto les exige un esfuerzo de trabajo intensivo tremendo por parte del personal». Sobre todo, por la previsión que tienen para «las próximas dos y tres semanas».

A pesar de todo esto, dice que la situación no es comparable con la primera ola, cuando los efectos del virus eran desconocidos. «Ahora estamos anticipándonos y preparándonos para el esfuerzo organizativo por la tensión laboral a la que estamos sometiendo a nuestros trabajadores».