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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Antonio Mesas felicita a José Luis Fernández y Manuel Gil José Vicente Arnelas

«Escuchamos una voz entrecortada, muy tenue: 'Me quemo, me quemo'»

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Lunes, 17 de diciembre 2018, 21:00

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El incendio que mantiene en el hospital a Luis G. S. R. habría tenido unas consecuencias más dramáticas si las fuerzas de seguridad no hubiesen actuado con rapidez. «Yo quiero que si alguna vez me veo en una como esta, por lo menos intenten sacarme», reflexionaba ayer al mediodía José Luis Fernández Martín, uno de los agentes de la Policía Local que participaron en el rescate.

Este funcionario de 38 años patrullaba junto a su compañero Manuel Gil Exojo, de 50 años, por la barriada de San Fernando cuando escuchó un aviso en el que se alertaba del incendio que acababa de producirse en la calle Zaragoza.

«Desde la calle se veía una gran cantidad de humo saliendo de la vivienda y todos los vecinos estaban fuera. Entonces nos dicen que puede haber una persona en el interior y decidimos subir. Al llegar arriba, escuchamos unos golpes en el interior», relata Manuel.

En esos momentos, ya salía humo por los huecos que dejaba la puerta del piso, que estaba en la segunda planta. «Tanto nosotros como la Policía Nacional intentamos abrir la puerta con una palanca, pero al final la echamos abajo a patadas».

José Luis no oculta que en esos instantes iniciales barajó la posibilidad de que al abrir la puerta y entrar el oxígeno, pudiera salir la gran lengua de humo de la que siempre les alertan en los cursos de formación policial. «Si hubiera salido la llamarada, estamos hablando de varios policías quemados seguro. Pero claro, te pones en la situación de que hay una persona dentro».

Con ese convencimiento, todos los agentes que se encontraban en el rellano, locales y nacionales, formaron una cadena humana para estar conectadas con el exterior. «Escuchamos una voz entrecortada, muy tenue: me quemo, me quemo. Prácticamente íbamos reptando, alumbrando con una linterna hasta que vimos cómo en la mitad del salón había una persona en el suelo. Él se conoce que ha intentado salir a calle, estaría fumando, y con el humo se ha desmayado o se ha caído. Se ha salvado porque estaba tendido».

Manuel Gil explicaba ayer que en esta ocasión tuvieron «suerte» y cuando tiraron de la víctima lograron sacarla al exterior antes de que se asfixiara. «Otras veces hemos cogido de la mano a personas a las que se le quitaba la piel a jirones», asegura.

En este caso, aún estaba con vida y aunque no reaccionaba a los estímulos, pudo ser llevado al hospital. «No hablaba, tenía una dificultad tremenda para respirar, pensamos que su estado debía ser grave».

Los bomberos les han confirmado que la rápida actuación que realizaron pudo ser crucial para evitar su muerte. «En esas situaciones los minutos se hacen horas. Nos han dicho que a lo mejor en un minuto más hubiese muerto».

«Yo creo que es la naturaleza humana, amor al prójimo», resume José Luis. «Mi mujer se ha enterado cuando me han empezado a llamar. Yo siempre que llego por las noches le digo que todo ha ido bien, hayamos estado en una reyerta con tiros o en un incendio como este», añade Manuel, que al igual que su compañero fue felicitado ayer por la concejala de la Policía Local, María José Solana, y por sus compañeros. «Sobre todo queremos agradecerles el trabajo que hacen a diario. Estamos muy orgullosos del bloque humano que tenemos en la Policía Local de Badajoz, trabajos como este dignifican a nuestro cuerpo», dijo Antonio Mesas, inspector de la Policía Local de Badajoz.

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