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El cantante y actor Antonio Mellado, 'Zenet'. HOY
Zenet: «Me dijeron: 'no eres comercial' y ahora agoto las entradas»

Zenet: «Me dijeron: 'no eres comercial' y ahora agoto las entradas»

Zenet Cantante, actor y pintor ·

El artista malagueño ofrece este sábado un concierto «íntimo» en el teatro López de Ayala

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Viernes, 14 de mayo 2021, 08:55

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Antonio Mellado, 'Zenet', pagará su deuda con Badajoz este sábado en el teatro López de Ayala en un concierto «íntimo» (entradas con descuento de Oferplan). El artista refleja en su música su infancia llena de ritmos distintos, sus distintas facetas artísticas como pintor o actor o incluso cómo superó su adicción a las drogas.

–Este concierto se aplazó por un pico de la pandemia. ¿Ha tenido que cambiar muchos planes?

–Sí. Hubo que aplazar y también hemos cambiado los horarios. Ahora incluso hacemos matinales. En paralelo cada vez hay más gente vacunada, las cifras nos van acompañando y supongo que, de aquí al verano, habrá menos sobresaltos.

–¿Nota al público agradecido por ir a un concierto?

–Claro que sí, pero yo tengo que decir que prácticamente no he parado. El verano pasado, por ejemplo, gracias a iniciativas al aire libre, tuvimos actuaciones. Recuerdo la primera impresión que me llevé de ver al público sentado en una silla solos, separados dos metros cada uno. He visto toda la evolución de la pandemia en el público. Comparada con esa visión tan espeluznante, que la gente lloraba por encima de la mascarilla. Ahora ves que acuden con su pareja o con su mujer y con su hijo a ver un concierto. Se ven las manos unidas. Aquella impresión me quedará toda la vida.

–En su caso, ¿el jazz fue primero y decidió mezclarlo con otras músicas?

–He ido haciendo un recorrido. Siendo andaluz me he criado rodeado del flamenco. Como decimos nosotros en la BBC: bodas, bautizos y comuniones. Pero yo quizá, por ser rebelde, me tiré mucho por el mundo del blues. Escuchaba mucho a Janis Joplin, a John Lee Hooker... En mi casa, además, se escuchaba todo tipo de música: folklore sudamericano, igual Atahualpa Yupanqui que Chavela Vargas o mi padre Los Beatles, así que he tenido un batiburrillo, muchas influencias en la cabeza y, a la hora de buscar una melodía, siempre te salen unas y otras porque te has enriquecido.

–¿Ha cambiado su música desde 'Los Mares de China'? ¿Y usted?

–Yo creo que no. Para empezar, esto ya me pilló mayor. En 'Los Mares de China' yo ya pasaba de los 40. No tienes 20 años. Ya has pasado porque te hagan contratos leoninos, por dormir en la carretera, por no dormir... Cuando me pilla todo esto, ya sabía lo que quería hacer, crear una marca determinada gracias a esa cofradía que nos sigue y que llena los teatro. Me acuerdo que algunas compañías nos decían que no era muy comercial y, hoy por hoy, colgamos el cartel de no hay entradas en muchas actuaciones. He aprendido que siendo cabezón y sabiendo lo que quieres hacer, ya está.

–Lo próximo será 'Zenetianos'.

–Están de moda las colaboraciones. Se trata de cantar con tus amigos, con la gente que respetas, quieres y admiras. Son 15 artistas. Hemos lanzado ya el primer 'single' con El Kanka, el segundo con Vanesa Martín y ahora estamos preparando el lanzamiento del tercero con Silvia Pérez Cruz.

–¿Qué se encontrará el público del López de Ayala?

–Algo muy íntimo, un formato que me gusta mucho hacer de vez en cuando. Desde la desnudez absoluta se aprecia si una canción tiene algo de Brasil, de jazz o de Chavela Vargas.

–Pinta, canta y actúa. ¿Cómo se define?

–En Instagram como artista (se ríe). Desde chaval me encantaba subirme al escenario, es un lugar natural y no tanto de exhibición, sino de comunión. Comparto. Cuando a la gente se le pone los ojos vidriosos, a mí también. No se lo que va primero, cuando pinto, pinto por necesidad. Estoy preparando una exposición para el día 17 y he hecho un papel pequeño en una serie. De malo, que es más divertido de interpretar.

–Ha reconocido que tuvo una época de transformación. Ahora que el mundo está en cambio, ¿qué consejo le daría a la gente?

–Yo salí estudiando. Estudié un postgrado de terapeuta para las drogodependencias y he seguido estudiando arteterapia y músicoterapia. Trabajar con personas que padecen esa drogodependencia, que yo padecí, era lógico. A cualquier persona le diría que estamos en un momento en el que tenemos que mirarnos más a nosotros mismos. Estamos en una sociedad muy loca, adictiva y el consejo para cualquiera que apreciemos es volver a las cosas pequeñas que dan la felicidad. Darnos tiempo. Parar el tiempo.

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