La Audiencia impone 16 años de cárcel a la condenada por estrangular a un hombre

La Audiencia Provincial de Badajoz ha impuesto 16 años y nueve meses de prisión a Inmaculada D. C., la mujer condenada por causar la muerte por estrangulamiento a un hombre con el que había mantenido relaciones sexuales en un piso de Badajoz.

El juicio por jurado se celebró el pasado mes de octubre y el veredicto fue unánime: cometió un homicidio con abuso de superioridad al acabar con la vida de Antonio O. M. y también un robo con violencia e intimidación al sustraerle 10 euros que llevaba en la cartera, un hecho en el que se le aplicó la agravante de reincidencia.

Todos los miembros del jurado coincidieron en un fallo que fue comunicado a la procesada el mismo día que acabó el juicio. Sin embargo, quedaba pendiente que el magistrado que dirigió ese tribunal, José Antonio Patrocinio, redactara la sentencia.

Ese fallo fue conocido ayer y determina las penas impuestas: 12 años y 6 meses de cárcel por el homicidio, en el que se aplica la agravante de abuso de autoridad; y 4 años y 3 meses de prisión por el robo con violencia e intimidación.

De este modo queda cerrado el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Badajoz, aunque la causa continúa abierta porque existe la posibilidad de que el fallo sea recurrido.

La sentencia que ayer se conoció también obliga a la condenada a indemnizar a la madre del fallecido con 44.815 euros, con otros 44.815 euros al padre, y con 16.805 euros a su hermano.

El homicidio que ahora ha sido sentenciado fue cometido a comienzos de 2018 pero no quedó esclarecido hasta diciembre de ese año, momento en el que fue detenida Inmaculada D. C. por su presunta relación con los hechos.

Su arresto se llevó a cabo después de que el laboratorio en el que se analizaron las muestras de ADN recogidas en el escenario del crimen determinaran que pertenecían a la mujer que pasó en compañía de la víctima la noche en la que murió.

La acusada no negó haber estado con Antonio O. M. hasta pocas horas antes de que fuera descubierto el cadáver en su piso de Valdepasillas en el que el fallecido se alojaba desde pocos días antes, pero aseguró que cuando ella salió de la habitación en la que ambos mantuvieron relaciones sexuales no se percató de que estuviera muerto.

Según dijo, ella había tomado distintas drogas esa noche por lo que alguien podría haber entrado en la habitación mientras ella se encontraba dormida para estrangularlo. Igualmente explicó que el fallecido también había tomado sustancias estupefacientes, en mayor cantidad que ella.

El jurado que juzgó los hechos no creyó la versión de la procesada y sus nueve miembros coincidieron en que fue ella quien le causó la muerte por estrangulamiento aprovechando que la víctima tenía muy mermadas sus capacidades por el consumo previo de drogas. Igualmente consideraron probado que la homicida le sustrajo dinero que llevaba en la cartera, pero quedó rechazada la hipótesis –siete votos frente a dos– de que la mujer actuase influida por las drogas.