Los deberes que Pedro Sánchez no ha hecho con Badajoz

La primera de la lista es el tren a la región y cerrar con Portugal que el futuro AVE entre Lisboa y Madrid pare en Badajoz.

Pero más allá de esta asignatura, el presidente del Gobierno tiene algunas tareas pendientes desde hace tanto tiempo que prácticamente han caído en el olvido. Entre ellas, recuperar el cuartel de Sancha Brava, que lleva dos décadas cerrado y del que solo se usa la piscina militar, o crear la comisaría conjunta de Policía Nacional y local en el Casco Antiguo para luchar contra el menudeo y la delincuencia.

Otras promesas son más recientes. Como la «humanización» del último tramo de Ricardo Carapeto, que consiste en hacerle las aceras y poner farolas. Esto lo anunció el ministro José Luis Ábalos en la visita que hizo a los talleres de reparación de trenes en abril de 2021. Desde entonces, el Ministerio ha informado de pasos administrativos. Pero han pasado casi dos años y a los vecinos de San Roque se les enfangan los pies cuando llueve en la gran avenida que cruza su barrio. En el mismo capítulo entran el carril bici a Cerro Gordo y la Pilara, que también están pendientes.

Muy cerca de esa avenida de Ricardo Carapeto se encuentran los futuros juzgados. Los vecinos de Ronda Norte llevan once años esperando el edificio que iba a reunir a todos los funcionarios de Justicia. En octubre supimos que la Audiencia no cabrá en el inmueble, al que volvieron los albañiles para terminar las dos plantas superiores. Problemas de las empresas constructoras y la falta de impulso del Gobierno durante los últimos años ralentizan el proyecto que iba a equilibrar esta nueva zona de San Roque con otras áreas de la ciudad.

De ser cierto que el traslado está cerca, el Gobierno tendrá que decidir qué hace con el edificio de los Juzgados en la avenida de Colón cuando se quede vacío.

Si es urgente dar una solución al colapso de los juzgados, también lo es la futura autovía a Granada, la A-81. Porque la Junta avanza los trámites de la ronda sur sobre plano. Para cuando esta circunvalación vaya a llegar a la carretera de Sevilla, la futura A-81 debería estar lista en este punto para crear el enlace.

La duplicación de la carretera de Sevilla salió a concurso en octubre y tardarán tres años en estar terminada una vez que empiecen.

En el capítulo de infraestructuras, Badajoz lleva años esperando la autovía a Huelva, de la que se habló que podría partir desde La Albuera o desde Zafra. Y la apuesta definitiva por la autovía a Cáceres. Este mes ha adjudicado el primer tramo de la autovía, entre la A-66 y el río Ayuela, pero están pendientes todos los demás tramos.

Pero si hay algo que indigna a Badajoz es el trato al río Guadiana. Con el frío, el nenúfar baja. Conforme avance la primavera, la plaga irá subiendo y la ciudad volverá a preguntarse hasta cuándo estará el río cubierto por el tapiz verde. La Confederación Hidrográfica del Guadiana, que depende del Gobierno, empezó una obra para permeabilizar el azud de la Pesquera este otoño, pero aún quedan las obras en la Granadilla. Y realizar un estudio para decidir qué medida desarrolla para eliminar el que ya existe: segar, retirar lodos, retirar los dos vaciando el río, o con maquinaria sin vaciar el río... O combinaciones entre ellas. La UME retiró el camalote en el tramo urbano del río, quizás podría colaborar en estas tareas cuando se decida qué hacer para quitar el nenúfar.

En el apartado de patrimonio, el Gobierno tiene dos asignaturas. Para avanzar en la rehabilitación de la Alcazaba, el Gobierno destinó 300.000 euros a finales de año. Con ese dinero licitó obras entre la puerta del Capitel y la facultad de Biblioteconomía y Comunicación (antiguo Hospital Militar), así como desde este mismo acceso y el Museo Arqueológico Provincial.

Le queda animarse a formar parte del consorcio del Casco Antiguo. En el Ayuntamiento lo ven imprescindible para avanzar en la recuperación social y artística del centro de Badajoz.