Lo que cuesta estudiar fuera

A esto hay que sumarle los gastos de luz, agua y comida, el transporte a la universidad y el precio de la vida diaria en estas ciudades, entre otros. Además, la gran mayoría de jóvenes que estudian fuera de casa viven el primer año de universidad en un colegio mayor o residencia, lo que hace que el esfuerzo económico sea mayor.

«Desde pequeña he querido estudiar en Madrid, salir fuera de casa y conocer gente nueva. Mis dos primeros años viví en un colegio mayor y luego en un piso. Sé que es un gran esfuerzo para mis padres, ya que no es una ciudad barata, pero es una experiencia única que te hace madurar», declara Cristina Ovando, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad CEU San Pablo.

En las universidades el precio de la matrícula varía según la modalidad por la que se opte, pero por lo general, el coste medio en Extremadura rondaba hasta el curso pasado los 700 euros, mientras que en Sevilla eran 800, en Salamanca 1.000 y en Madrid 1.300 euros. Los estudiantes también pueden optar a ser becados por buen expediente o por renta baja si lo solicitan.

«Estudiar en Sevilla es bastante más caro pero, en mi caso, solo pagué matrícula el primer año ya que si apruebas todas las asignaturas durante el curso, la Junta de Andalucía cubre el 99% del coste de la matrícula del año siguiente», atestigua Nerea Merino, estudiante de Pedagogía en la Universidad de Sevilla.

El próximo curso 2019/2020, Extremadura será la segunda comunidad autónoma que bonificará el 99% del coste de las matrículas tanto para los grados como para los másteres oficiales a los alumnos que aprueben el curso en primera convocatoria. Con este sistema, los buenos estudiantes se costearían la matrícula del primer año académico de carrera y el 1% de las matrículas del resto de cursos.

Barcelona, Madrid y Salamanca son ciudades caras para vivir y estudiar, con un gasto total medio que puede alcanzar los 9.000 euros anuales. Una cifra que no todas las familias se pueden permitir.

Además, parte de los alumnos que estudian fuera de Badajoz lo hacen en universidades privadas, con un coste medio de 1.300 euros mensuales, o en universidades concertadas, con un coste medio de 300 euros al mes. «Estudiar fuera es un gasto inmenso. Estuve dos años en colegio mayor y cuatro en piso. Además, estudiaba en una universidad concertada, lo que hacía que los gastos fuesen aun mayores. Para mis padres fue un gran esfuerzo económico», declara Coloma Pinilla, enfermera que estudió la carrera en la Fundación Jiménez Díaz.

Otro de los gastos principales son los viajes de ida y vuelta a casa, que los jóvenes realizan de media una vez cada dos meses. «Estudio en Salamanca y una vez al mes vuelvo a casa para visitar a mis padres. El transporte me cuesta unos 40 euros ida y vuelta, lo que hace que el precio de mis estudios fuera de Badajoz sea aún más caro», declara Raquel Benítez, estudiante de Máster de Psicología General Sanitaria en la Universidad Pontificia de Salamanca.

Existen muchos casos en los que la carrera que se quiere estudiar no se encuentra en Badajoz, por lo que hay que elegir otra ciudad. Salir fuera del hogar familiar, conocer gente nueva, vivir la experiencia de un piso compartido o residencia son otras de las principales razones por las que estudiar en otra ciudad es algo muy atractivo.

Pero el esfuerzo no viene solo por parte del los padres, ya que una gran parte del los jóvenes que estudian fuera trabajan para costearse sus estudios.