Casi cuatro años de cárcel por intentar violar a una joven en Puebla de Sancho Pérez
Ocurrió en una parcela próxima a Puebla de Sancho Pérez pero la víctima, de 20 años, logró evitarlo y este martes el autor, de 59 años, fue condenado
La Audiencia Provincial de Badajoz impondrá 3 años y 9 meses de prisión al hombre de 60 años que en septiembre de 2019 intentó ... agredir sexualmente a María, una joven que se encontraba sola en una casa de campo próxima a Puebla de Sancho Pérez.
El delito fue cometido el 8 de septiembre pero la resistencia de la chica impidió que se consumara y poco después pudo ser detenido el autor, un hombre de 59 años que permanece en prisión desde entonces.
Esa tentativa de violación iba a ser vista este martes en la Audiencia Provincial de Badajoz, pero antes de comenzar el juicio se alcanzó una sentencia de conformidad previa que reduce la petición de pena inicial (6 años de prisión) y también la indemnización que tendrá que pagar el condenado, un hombre sin antecedentes que seguirá en la cárcel.
Tanto el representante del Ministerio Fiscal como el abogado de la acusación particular aceptaron esa rebaja después de que el letrado de la defensa anunciase que el procesado se reconocía autor de los hechos y se comprometía a resarcir a la víctima con 17.000 euros.
De ese modo se ponía fin a un caso que provocó la reacción de la localidad en la que vivía la joven, Puebla de Sancho Pérez, y también de Zafra, localidades en las que se convocaron dos concentraciones de repulsa que fueron apoyadas masivamente por los vecinos.
«A mí lo que me salvó fue la fuerza con la que me resistí», dijo entonces la víctima, una chica de 20 años que evitó con su reacción ser agredida sexualmente en una parcela que solo dista un kilómetro de Puebla de Sancho Pérez.
No sospechó
Hasta allí se había desplazado el domingo 8 de septiembre para echarle de comer a los animales que posee su familia dado que sus padres estaban de vacaciones y su hermano tenía turno de guardia en el parque de bomberos de Castuera. A la finca llegó a las 13.25 horas y pocos minutos después, cuando iba a regresar al pueblo, vio aproximarse a un hombre que iba en bicicleta. Pensó que estaba haciendo el camino de Santiago y no sospechó de él cuando le pidió un vaso de agua. «Me dirigí a la casa para dársela del frigorífico, pero la llave no me abría, a veces falla, así que decidí ir a la nave para sacarla del pozo».
Fue al salir de la nave cuando el visitante se aproximó a ella. «Me dijo que él no venía a por agua, sino que venía a por mí». La joven denunció que trató de forzarla sexualmente. «Yo tenía el teléfono en la mano y comencé a pulsar el botón de apagado de forma repetida para lanzar una alerta». Al tiempo, comenzó a gritar:«He llamado a la Guardia Civil, desgraciado».
Esa alerta fue vista de forma inmediata por su hermano, que estaba en Castuera, y por su prima, con la que acababa de hablar. Los dos alertaron a las fuerzas de seguridad, aunque la joven tenía claro entonces que lo que la salvó fue su reacción. «A mí lo que me salvó fue mi fuerza. Ese hombre era más o menos igual de alto que yo y estaba fuerte, pero yo soy más corpulenta y pude hacerle frente. No sé los minutos que duró, tal vez tres o cuatro, a mí se me hizo eterno».
El agresor trató de cerrar la puerta de la nave para evitar que las voces pudieran alertar a algún vecino. Pero no lo consiguió porque María colocó una de sus piernas entre la puerta y el marco. Minutos después, llegó la Guardia Civil y fue detenido el agresor, que desde entonces permanece en prisión.
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