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Juan José Camacho y Mario Paúl Sánchez, en el pasillo de Urología del Infanta Cristina. :: Pakopí
«En conocimientos no somos menos que ningún otro hospital»

«En conocimientos no somos menos que ningún otro hospital»

Cristina Carmona, Mario Paúl Sánchez y Juan José Camacho ganan un concurso nacional sobre Urología

Antonio Gilgado

Badajoz

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Martes, 3 de julio 2018, 07:54

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La vida de un médico residente, cuenta Juan José Camacho, no se limita al hospital, la consulta y el quirófano. También incluye llegar a casa y estudiar nuevos tratamientos o revisar las últimas técnicas quirúrgicas.

En términos formativos, Juan José es lo que se llama un R4. Le falta un año para terminar los cinco de especialidad en Urología. Pronto será especialista de una disciplina que le atraía desde que estudiaba en la Universidad Católica de Quito, en Ecuador. Se licenció en su país y se preparó el examen MIR en Madrid. Con la puntuación bajo el brazo fue buscando plazas libres en Urología. El Infanta, recuerda, era de largo la mejor opción que tenía a su alcance. «Un servicio muy completo».

La historia de su compatriota Mario Paúl Sánchez es muy similar. Se graduó en la de Cuenca (Ecuador) y se preparó el examen para residentes en Madrid. Llegó un año después. Es un R3. Mario, Juan José y su compañera Cristina Carmona decidieron poner a prueba sus conocimientos de la especialidad. Se apuntaron el año pasado a la Urology Cup, un concurso científico de preguntas sobre investigaciones y ensayos clínicos abierto a los que se forman en todos los hospitales españoles. Fueron superando fases y ganaron el certamen el pasado 16 de junio en Gijón. Es la primera vez que un grupo de un hospital extremeño gana la Urology Cup en el formato actual.

La mayoría de los equipos, explica Juan José, lo formaban médicos de último año de residencia. Ellos, sin embargo, han concurrido con una R2 y ningún R5. Todo un handicap que fue diluyéndose según fueron pasando rondas.

Hubo una primera fase de selección online. Se enfrentaron a preguntas sobre los artículos publicados en los últimos tres años en Actas de Urológicas Españolas, la publicación oficial de la Asociación Española de Urología. Fue una especie de criba. A la fase presencial pasaron veinte equipos que compitieron entre todos durante el congreso nacional.

Juan José, Cristina y Mario fueron pasando enfrentamientos triangulares en los debían responder a 14 preguntas sobre casos clínicos y artículos de investigación. En la final se enfrentaron a los compañeros del Hospital La Fe de Valencia. Desde que empezaron en la fase online y hasta la final, calculan que tuvieron que responder más de setentas preguntas. «Fallamos pocos y tuvimos muchos rebotes, respondimos bien preguntas que otros ya habían fallado», explica el más veterano del grupo.

Parte del éxito del equipo del Infanta se basa en que además de ratificar conocimientos generales también conocen los avances en investigación de la rama. Aunque muchas de las cuestiones a las que se enfrentaron las resolvieron por sus años de trabajo diario en el servicio del Infanta, en el concurso salieron investigaciones muy concretas que solo conocen los que se actualizan constantemente.

El doctor Camacho habla de una especialidad completa en la que se trabaja con mucha oncología y cambios quirúrgicos constantes. Un residente, explica, debe estar al tanto de los trabajos científicos más relevantes.

«Este premio supone darnos cuenta que a nivel de conocimientos no somos menos que ningún otro hospital», sentencia. Los residentes alaban también el modelo de trabajo del Infanta. Los médicos en formación tienen un papel muy activo, participan tanto en quirófano como en las consultas.

Juan José apura ya sus últimos meses como residente. Pronto tendrá que bucear entre las plazas para especialistas que oferten los hospitales españoles. Su primera opción pasa por quedarse en Badajoz, pero tampoco descarta trasladarse fuera de la región. «Estoy muy habituado al Infanta, no tendría problemas, pero cuando llegue el momento ya veremos las opciones».

Mario tiene todavía margen, le restan aún dos años de residencia. Urología fue su opción desde que ingresó en Medicina. Llegó a Badajoz porque su pareja consiguió plaza en el San Pedro de Alcántara de Cáceres. A Cristina le queda todavía un largo camino, acaba de estrenar el segundo año en el Infanta y debe afrontar los años más importantes de la residencia, según cuentan sus compañeros más veteranos.

Más allá de los años de experiencia, lo que une a los tres médicos campeones de la Urology Cup es su interés por la investigación. Conciben la etapa de residentes como algo más que llegar al hospital, pasar consulta y operar en el quirófano. También es llegar a casa y ponerse a estudiar los avances de la disciplina.

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