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Un concurso de ideas rediseñará el gran proyecto del Campillo en Badajoz

Un concurso de ideas rediseñará el gran proyecto del Campillo en Badajoz

Inmuba y el Colegio de Arquitectos quieren desbloquear las obras de las manzanas más próximas a la Torre de Espantaperros

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Domingo, 18 de noviembre 2018

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Encontrar un proyecto de consenso que permita de una vez por todas sacar adelante el gran proyecto de regeneración del Campillo, que desde 2015 está atascado en los despachos. Ese es el objetivo inmediato que tiene encima de la mesa la inmobiliaria municipal (Inmuba) y que va a intentar resolver repitiendo la fórmula que ha funcionado para la construcción de viviendas en solares diseminados en esta misma zona: el concurso de ideas.

Junto con el Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura (Coade), la inmobiliaria municipal está ultimando las bases de los pliegos que regirán este certamen y que verá la luz en las próximas semanas. Con él, se busca que los equipos de arquitectos que se presenten ofrezcan una solución que contente a todos para la urbanización de la zona del Campillo más próxima al conjunto monumental, la originariamente llamada fase 1.

EL HISTORIAL

  • 2005 Cristina Herrera, entonces concejala de Urbanismo, habla por primera vez del Campillo. Plantea la construcción de una promoción de VPO para jóvenes.

  • 2008 Con Celestino Rodolfo ya al frente de Urbanismo se plantea hacer dos edificios para centralizar los servicios municipales frente al baluarte de San Pedro, bloques de viviendas frente a los jardines de La Galera y un aparcamiento subterráneo en el baluarte.

  • 2011 Se presenta el proyecto municipal de regeneración urbana del Campillo. Casas, una plaza de nueva creación, abrir una nueva calle y acondicionar la vía rápida son los principales hitos de la primera fase. Se anuncia entonces que los primeros vecinos llegarían a finales de 2015.

  • 2012 Se resuelve el concurso de diseño de la urbanización del Campillo y de la nueva plaza.

  • 2013 Se recupera el baluarte de San Pedro, se acondiciona la zona de aparcamiento y apeadero, se restablece el camino de ronda por la muralla y se descubre la galería de fusileros.

  • 2014 Se llevan a cabo las obras de modernización de las redes de abastecimiento y saneamiento. También salta la polémica sobre el proyecto de regeneración.

  • 2015 El proyecto de la primera fase se paraliza por la oposición de los partidos políticos, asociaciones de defensa del patrimonio, colectivos ciudadanos y profesionales.

  • 2017 Se convoca un concurso de ideas para hacer 26 casas en diez solares dispersos por el Campillo. Se resuelve en 2018.

  • 2018 Comienza la excavación en extensión en el solar donde se hará la nueva plaza. Se trabaja en un nuevo concurso de ideas para desbloquear la primera fase del proyecto y en la licitación de las obras en solares diseminados.

Parar lograrlo, quieren que los pliegos sean bendecidos antes de lanzarlos por todos los partidos políticos con representación municipal. Lo harán a través de los representantes técnicos que cada grupo político tienen en el Consejo de Administración de la Inmobiliaria Municipal.

La visibilidad de los monumentos y la integración de los restos arqueológicos puntuarán alto

Será después un jurado de expertos, con participación de la Junta de Extremadura (direcciones generales de Arquitectura y de Patrimonio), el Ayuntamiento, la Inmobiliaria Municipal y el Colegio de Arquitectos, quien elegirá la propuesta definitiva, que será también la que se lleve a cabo en el terreno.

Gráfico. Regeneración del Campillo.
Gráfico. Regeneración del Campillo.

La base para el rediseño de esta zona, que en su mayor parte está en solar y se usa ahora como aparcamiento, será el proyecto aprobado en 2011. Esto significa que las ideas que se presenten a concurso deberán plantear de forma obligatoria: el diseño de dos residenciales de viviendas, una plaza de nueva creación en el terreno donde se ha hecho la primera excavación, la conservación de las calles históricas, así como la apertura de una nueva calle, la del Toril, que enlazará directamente con la Plaza Alta a través del arco del mismo nombre.

Además, se deberá reordenar el espacio peatonal entre La Galera y la Puerta de Mérida y rebajar el suelo en esta entrada histórica de la Alcazaba para recuperar su cota original.

«Se va a dar cierta libertad a los arquitectos para que a la vez que presentan su propuesta de viviendas puedan reordenar las manzanas sin ajustarse a lo que venía recogido en el proyecto elaborado por el equipo municipal», detalla Luis Chacón, gerente de la Inmuba. Lo que se va a convocar será por tanto un concurso de ideas que tendrá que incluir un proyecto básico de vivienda, que permita poder sacar a continuación las obras a contratación y evitar perder más tiempo.

El margen de maniobra para redefinir el proyecto vendrá del suelo residencial, es decir, los arquitectos podrán jugar con el terreno a costa de ejecutar menos viviendas y ganar más espacio público, pero no al revés. Con estas premisas, el concurso que se va a lanzar pone como condición construir un mínimo de 35 viviendas distribuidas en dos residenciales, uno en el solar de la calle Castillo y otro, en el contiguo de la calle Campillo. Se reduce así considerablemente el parque de viviendas proyectadas inicialmente, que era de 60.

En cuanto a los tipos de casas tendrán que ceñirse a las normas del Plan General Municipal y del Plan Especial del Casco Antiguo, lo que significa que no podrán modificar la altura, edificabilidad, diseño de las cubiertas, materiales o huecos. A la hora de valorar las propuestas que se presenten, lo que más puntuará será la adaptación al entorno y la visibilidad de los monumentos.

Precisamente esto último ha sido uno de los puntos de conflicto que ha enquistado el proyecto del Campillo. Cuando se presentó la idea original hubo muchas voces de partidos políticos, asociaciones en defensa del patrimonio y colectivos ciudadanos que denunciaron que las viviendas que se querían levantar estaban muy pegadas a la Torre de Espantaperros y a los Jardines de la Galera, dificultando así las vistas del conjunto monumental. Ahora se permitirá retranquear las manzanas de viviendas para resolver esta cuestión.

Además, también puntuará que la mayoría de las viviendas tengan acceso desde la calle. Esa fue otra de las alegaciones que se presentaron al proyecto original, que planteaba la entrada a los residenciales a modo de urbanización, con una única puerta que diera acceso a un patio interior comunitario. Los que estaban en contra de este concepto argumentaban que de esta manera se reduciría el tránsito de vecinos por las calles del Campillo.

En cuanto a la plaza de nueva creación, en 2012 se resolvió el concurso del diseño de urbanización del Campillo, que incluía la nueva zona de esparcimiento público. Entonces, los arquitectos ganadores Jaime Olivera y Daniel Jiménez junto con la consultora de ingeniería Inproexsa plantearon una plaza de aires árabes donde las fuentes, los jardines y los juegos de sombra fueran los protagonistas. Este proyecto formará parte de la documentación básica que se aportará al nuevo concurso de ideas, pero esto no significa que la propuesta ganadora tenga que ejecutar la plaza tal y como la pensaron en su día los citados arquitectos.

De hecho, y a la vista de los hallazgos arqueológicos encontrados en la excavación que acaba de concluir en los terrenos donde se hará la nueva plaza (entre las calles Costanilla, Jarilla, Peralillo y San Lorenzo), se puntuará en el concurso de ideas el diseño que integre el solado del patio y el aljibe de la casa señorial del siglo XVIII que se han descubierto. Son los restos con mayor valor patrimonial a juicio de los arqueólogos, pero su conservación no será un requisito indispensable porque la Junta de Extremadura (que es la que tiene la última palabra en la cuestión del patrimonio) no obliga a mantenerlos, según confirma la propia inmobiliaria municipal.

Respecto a las calles, el concurso de ideas exigirá que la urbanización que se proponga conserve los viales históricos del Campillo: Jarilla, Peralillo, Costanilla... Y además, que se abra una nueva calle, la del Toril, que existió en su día y que se llamaba así porque por ella subían los toros cuando se celebraban corridas en la Plaza Alta. Aunque se desconoce exactamente su trazado original, se sabe que desembocaba en el arco del mismo nombre.

Por último, el concurso de ideas también exigirá la reordenación peatonal del espacio entre los jardines de La Galera y la puerta de Mérida. Está última recuperará su cota original, por lo que los arquitectos tendrán que dar una solución al desnivel que supondrá rebajar el suelo para dejarlo a la altura del baluarte de San Pedro.

De plazo hasta febrero

La inmobiliaria municipal cree que el concurso de ideas puede ser la solución para la recuperación de esta parte del Campillo y el motor para que la inversión privada llegue a esta amplia zona del Casco Antiguo que abarca desde Espantaperros a la Ronda del Pilar. «Nuestra actuación en el Campillo la planteamos en dos etapas. Una primera con una actuación potente municipal con viviendas en las dos manzanas más pegadas a la Torre de Espantaperros y la plaza como proyecto de choque que despertara el interés por la zona. Y la segunda dejar que los propietarios y la inversión privada actuaran primero y la Inmuba solo de forma subsidiaria», detalla Chacón.

El concurso de ideas costará en torno a 200.000 euros, que servirá para pagar los honorarios del equipo de arquitectos que resulte elegido. El plazo para redactar los proyectos será de dos meses, con el propósito de que antes de Carnavales estén ya todos presentados para después convocar al jurado y elegir la propuesta que cambiará el Campillo.

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