Badajoz

Comerciantes temen que restringir el tráfico en el centro les afecte

«No me parece bien que no dejen subir a los coches hasta la plaza de España, es una zona de mucho trasiego y en Badajoz hay pocos vehículos eléctricos», subraya este repartidor, que estará exento de esta restricción siempre que su acceso a la zona sea para realizar el reparto.

Por trabajo también está justificado el acceso a la zona de Francisco Terrón. El vehículo de su empresa es muy antiguo, por lo que tampoco cumple con las medidas ecológicas que la Unión Europea exige a los Consistorios de las ciudades de más de 50.000 habitantes. «Me parece un atraso esta normativa porque aunque nos den un permiso para acceder, trabajar en el Casco Antiguo va a estar sujeto a burocracia, y esto lo retrasará todo. Hay muy pocas empresas con vehículos de cero emisiones», explica Terrón, que no considera necesaria esta normativa en una ciudad como Badajoz.

La hilera de coches diésel que ayer descendía por la calle Obispo Juan de Rivera será una estampa que no se repetirá cuando por esta calle, que baja desde la plaza de España hasta Minayo, solo puedan circular los coches las bicicletas y patinetes eléctricos. Así como los residentes con autorización (tienen que solicitarlo), los coches con etiquetas cero y eco y los vehículos con distintivo ambiental.

«Al Casco Antiguo deberían ponerle menos pegas. Si un coche contamina lo hace lo mismo en el centro que en Valdepasillas. Con esta medida será menor el número de personas que vengan al centro, y esto repercutirá en los negocios de la zona», reitera el presidente de la asociación de vecinos Casco Antiguo, José María Soriano.

En este sentido Lola Martínez, propietaria de la mercería El costurero, ubicada en la calle Felipe Checa, reclama medidas para los comerciantes de la zona. «Yo trabajo aquí y vengo a diario, aunque no sea residente tengo derecho a poder entrar en la zona porque mi negocio está aquí», subraya preocupada.

Esta pacense utiliza la moto para llegar hasta su tienda a diario. «No es eléctrica, y si con ella solo podemos llegar hasta Juan Carlos I, que ya está mal para aparcar, con las restricciones será peor. Esto hará que el público no venga y los negocios tendremos que cerrar», subraya.

En cambio, para Guillermo Montesinos, este modelo de negocio es una oportunidad para concienciar a la población de la importancia de utilizar el transporte público. «No me gusta todo lo que implique una prohibición, se hace por la contaminación pero creo que se deberían tomar otras medidas porque Badajoz es una ciudad pequeña y los que tenemos un coche de 25 años no vamos a cambiarlo ahora», sentencia esperanzado de que esta normativa invite a los pacenses a caminar más por la ciudad.

«Tengo 71 años y vengo al centro andado, es lo más cómodo y espero que con esto la población se mentalice y haga lo mismo».