«En Badajoz hay un allanamiento y la Policía debe actuar»
Una empresa dedicada a la recuperación de viviendas okupadas señala las diferencias entre la okupación y el allanamiento
«El de Badajoz es un caso claro de allanamiento y la Policía Nacional debe actuar de oficio». Así de claro se expresan desde Servi- ... okupas, una empresa dedicada a los desalojos rápidos al conocer el caso de Badajoz. Cuatro jóvenes se han quedado en la calle al llegar a su piso alquilado de estudiantes este fin de semana. Allí se encontraron que otras personas habían cambiado la cerradura y se habían apoderado de la vivienda, ubicada en el entorno del Hospital Perpetuo Socorro y de la avenida de Damián Téllez Lafuente.
Esta empresa logró recuperar 188 viviendas en 2021 en todo el país. Desde esta firma señalan que en este caso no se trata de una okupación, sino de un allanamiento porque los jóvenes tienen sus pertenencias dentro. La okupación es un delito de usurpación de una casa que está deshabitada mientras que se trata de un allanamiento siempre que la vivienda esté en uso.
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En este sentido, se incluyen las segundas viviendas a las que se dé un uso regular y, como esta, los universitarios hayan residido en ella durante todo el curso y solo se hayan ausentado en vacaciones. Por eso inciden en que la Policía Nacional debe actuar de oficio ante este delito que está, además, privando a los jóvenes de recuperar sus pertenencias. Entre ellas se encuentra toda la ropa de invierno de uno de los estudiantes, así como al menos un ordenador y un congelador, entre otros efectos.
Alberto Cuesta, de esta compañía, subraya que ha habido cambios legales en este sentido y que aún hay mucho desconocimiento en este campo. Por lo que no todo el mundo sabe diferenciar técnicamente entre una okupación y un allanamiento.
Esta empresa ofrece un desalojo de entre 24 y 48 horas tras negociaciones pacíficas con los ocupantes, según precisan en su página web.
Las familias de los universitarios han encontrado otra vivienda alternativa para que sus hijos puedan comenzar el curso con normalidad, pero siguen sin recuperar sus cosas y los ocupantes han mostrado a la Policía el interés de mantenerse dentro. Miguel Valdés, padre de unos de los jóvenes, explicó que la Policía sabía que estas personas habían entrado en la vivienda y que, a pesar de ello, no habían avisado al propietario de la casa. Han sido los jóvenes los que pusieron en conocimiento del hombre el mismo sábado que no podían abrir la puerta, tras intentarlo también por parte del propietario, se dieron cuenta de que alguien se había apoderado de la casa y había cambiado la cerradura.
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