El Centro de la Imagen de la Fundación CB aspira a ser la memoria de Extremadura

Los responsables de las tres instituciones se reunieron ayer en la sede de este centro, en la calle Montesinos 22, para presentar la colaboración. La fundación ha instalado estos fondos en el edificio donde también organiza exposiciones y actos culturales. Como el archivo irá creciendo, creen que en dos años ocuparán todas las plantas del inmueble.

Existen otros fondos documentales en Extremadura, pero este es el primero centrado en la imagen. La aspiración es que los extremeños conserven y puedan conocer su historia a través de fotografías. Con el tiempo plantean programar actividades en torno a los archivos que albergue.

Allí están creando el «gran repositorio de la memoria de Extremadura», según dijo ayer el director de la fundación, Emilio Jiménez.

Ya están dando pasos para ello. Están documentando una veintena de archivos. Los catalogan, digitalizan y enlazan en una web en la que trabaja el equipo de documentalistas de Fundación CB.

A estos trabajos se suma la Universidad de Extremadura gracias a la donación de archivos audiovisuales pertenecientes al Canal Cultural Badajoz y Telefrontera que HOY cedió a la fundación para poner en valor y conservar la historia de la ciudad de Badajoz desde 1933.

La Universidad de Extremadura ofrece su apoyo a través de alumnos de la Facultad de Ciencias de la Documentación y la Comunicación, bajo el asesoramiento del profesorado, con el fin de realizar los trabajos de digitalización de los fondos de HOY.

El origen de este proyecto parte del objetivo de conservar todo el archivo administrativo e histórico, desde 1886, del Monte de Piedad y de la Caja de Ahorros de Badajoz, además del archivo de la Rucab, una residencia con más de 40 años de historia, y el de la propia fundación.

Hace una década, cuando Caja Badajoz inició su disolución en el proceso de integración bancaria, comenzaron a aparecer documentos que atestiguaban la historia de la propia caja y, por extensión, de Extremadura. Estos han quedado catalogados y digitalizados.

Después se ha producido un efecto llamada, por el que diversas entidades y particulares han puesto en manos de Fundación CB sus colecciones. Destacan las fotografías cedidas por Matilde Muro, las del del fotógrafo de HOY Alfonso Rodríguez, del periodista Enrique de Aguinaga, del político Enrique Sánchez de León, del investigador y antropólogo Javier Marcos Arévalo o el de la familia de fotógrafos Vidarte. El historiador Álvarez Meléndez y la Agrupación Fotográfica de Extremadura (AFE) también han realizado aportaciones.

Con todo esto, y por la cercanía de su sede en la calle Montesinos con la Facultad de Documentación, plantearon ponerse en contacto con la UEx para proponer la colaboración que ayer se dio a conocer.

El rector de la Universidad de Extremadura, Pedro Fernández; el decano de la Facultad de Ciencias de la Documentación y la Comunicación, Daniel Martín; y el director de la Fundación CB, Emilio Jiménez, presentaron ayer un convenio firmado para que los alumnos de la UEx puedan realizar sus prácticas en el centro a partir del curso que está a punto de comenzar.

Tanto el rector como el decano destacaron que los alumnos podrán realizar trabajos reales y supondrá también un acercamiento de los estudiantes al mundo laboral. De hecho, el decano, Daniel Martín, explicó que están renovando la titulación de Documentación para actualizarla. Y en ese contexto existe «una apuesta muy firme por la formación dualizada», donde parte de los estudios transcurren en una empresa o entidad externa a la universidad.

El rector, Pedro Fernández, abundó que este tipo de colaboración es fundamental y que en muchas titulaciones «llega a ser incluso una limitación» disponer de centros de acogida para los estudiantes y que hagan prácticas «reales» sobre el terreno para vivir lo aprendido desde el punto de vista teórico en el aula.

La ubicación del Centro de la Documentación y la Imagen de Extremadura (Cidex), en pleno Casco Antiguo, es muy cercana la Facultad, que se mantiene en la Alcazaba. Esta proximidad facilita también las prácticas y supondrá un tránsito entre ambos edificios que cumple también con el objetivo que ambas instituciones se marcaron al elegir esas ubicaciones: regenerar el Casco Antiguo con la circulación de jóvenes por sus calles y dotar a estas, también, de polos culturales que atraigan más pacenses.