Castelar abre su hotel para insectos
Parques y Jardines fabrica y coloca una caseta para atraer especies que polinicen el parque y acaben con las plagas
Paloma Aceitón
Badajoz
Lunes, 10 de julio 2023, 07:34
El drama de la falta de vivienda no es algo que afecte solo al ser humano, por lo que parece. También la sufren otras especies, ... como pueden ser los insectos. Así se explica que el Ayuntamiento de Badajoz haya instalado unos singulares 'hoteles naturales' como refugio para esta especie animal.
«Lo que se pretende es atraer insectos polinizadores que depredan sobre otras plagas», explica Rafael Ibáñez, maestro jardinero del parque pacense Castelar.
Las plagas que invaden los parques con más frecuencia son las de pulgones, ácaros, gusanos, escarabajos, orugas, mosquitos, moscas y cochinillas.
Estas casetas compensan la falta de huecos naturales que hay en las ciudades modernas y los aportan de manera artificial. Además, en el parque está creciendo una colonia de pavos reales, por eso los jardineros tienen limitado «el uso de herbicidas y plaguicidas para no envenenarlos», cuenta Ibáñez. Se intenta así equilibrar la falta de uso de productos fitosanitarios.
Este peculiar hotel animal está sostenido sobre una palmera en el estanque central del citado parque de Castelar.
Este atípico 'establecimiento' surgió después de que el personal del Ayuntamiento viera los resultados de otro más pequeño colocado a escasos metros del nuevo. «Hice una caseta más pequeña y al ver los buenos resultados, me lancé a crear esta más grande y sofisticada, que esperamos que pronto sea habitada», añade.
Ibáñez pretende que albergue mariquitas, abejas solitarias, bombus terrestris (un tipo de abejorro con pelo), crisopas (que devoran pulgones y otras plagas), mariposas, avispas solitarias, arañas y cualquier insecto «que se sienta cómodo aquí».
La idea de la primera instalación surgió cuando Ibáñez vio una maqueta a pequeña escala en una facultad de la Universidad de Extremadura: «La vi y decidí hacer uno más grande para dar mayor biodiversidad al parque de Castelar».
El dispositivo para controlar las plagas lo ha creado Ibáñez en su totalidad. Salvo el material que no tenía, el maestro jardinero ha aportado desde el diseño hasta la instalación.
Ha utilizado ladrillos, paja, piñas, madera perforada, rejillas y cañas de bambú, entre otras. «Las cañas son huecas y atraen a muchos insectos para anidar. Los ladrillos les gustan mucho a las abejas; a las abejas aserradoras y al bombus terrestris les atrae más el bambú. Está enfocado para que cada insecto se sienta cómodo en los agujeros de los diferentes materiales», comenta.
«Con este proyecto, acabar con las plagas se hace cíclico, se consigue el ecosistema perfecto», declara Rubén Galea, concejal de Turismo.
Ibáñez considera que hacerlo no ha supuesto ninguna dificultad. «Con ganas y motivación todo sale. En lo que más hemos tardado ha sido en conseguir los materiales, pero una vez que los teníamos, en dos días estaba hecho».
Riesgos
El aparato no tiene ningún riesgo para los usuarios del parque. «Lo único negativo que puede aportar es que una abeja reina se instale ahí y atraiga a toda la colmena, pero se solucionaría. No supone ningún peligro para los ciudadanos porque está en un sitio que no es accesible para los niños y los insectos que atrae no suelen picar, son todos beneficiosos para el medio ambiente», advierte Ibáñez.
Comenta que le gustaría observar el resultado de la instalación —que no hay en ningún otro parque de la ciudad—, aunque prevé que será positivo como el otro. «Quiero seguir fomentando la lucha biológica y la polinización, que es muy necesaria en parques y jardines».
«Ojalá se animen más parques y particulares en sus jardines a instalar estos 'hoteles' y que contribuyan con la lucha biológica, la polinización y la biodiversidad».
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