Los barrios que carecen de cajero en Badajoz piden que se coloquen en locales municipales
En Mérida el Ayuntamiento ha usado este modelo para que Nueva Ciudad pueda contar de nuevo con este dispositivo
José Miguel Maldonado vive en la calle Viriato, en el Gurugú. Tiene 73 años, no paga casi nunca con tarjeta y jamás ha comprado por Internet. «Las cosas las pago al contado normalmente, alguna compra grande con tarjeta cuando voy con mi hija al supermercado». Su vida es más complicada desde hace cuatro años. Fue cuando cerró definitivamente la única entidad bancaria de Padre Tacoronte.
Desde entonces este vecino saca dinero una vez por semana. «Lo hacía cada dos semanas, pero me da miedo ir con más dinero, así que me apaño». A veces puede acercarlo su hija, o un vecino, pero la mayor parte de las veces camina los tres kilómetros de ida y vuelta que le separan de la entidad más cercana, en San Fernando. «Lo peor es la vuelta cuesta arriba», se lamenta.
Como José Miguel hay 60.000 pacenses en la ciudad. Cuatro de cada diez vecinos no tienen un cajero automático en su barrio. Este problema comenzó hace diez años cuando fueron cerrando oficinas, y ahora es una de las quejas más repetidas en los barrios.
Ante esta situación ha surgido una propuesta para que se instalen cajeros en las diez zonas donde no hay. La idea es copiar una iniciativa que se ha llevado a cabo en Mérida e instalar estos dispositivos en oficinas municipales.
El problema en Mérida afectaba a los vecinos de Nueva Ciudad. Las entidades financieras de este barrio fueron cerrando y los residentes se veían obligados de ir hasta el centro para poder conseguir metálico.
«Hay zonas con mucha gente mayor, como Padre Tacoronte. También barrios nuevos que no están cerca de zonas con bancos»
Anselmo Solana
Agrupación Vecinal de Badajoz
El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, se comprometió a buscar una solución y el Ayuntamiento sacó un concurso para incentivar que alguna empresa quisiera poner un cajero en un espacio municipal. Hace unas semanas se adjudicó este servicio a Caja Rural de Extremadura para que instale y gestione el cajero en el Centro Cultural de Nueva Ciudad.
En Badajoz la idea gusta. Así lo admite Anselmo Solana, presidente de la Agrupación Vecinal de Badajoz y Poblados, que reúne a una veintena de barrio y pedanías de la ciudad. Este representante cree que sería buena idea imitar el modelo de Mérida. «Hay zonas con mucha gente mayor, como Padre Tacoronte, que tienen que desplazarse. También barrios nuevos como el Cerro Gordo o La Pilara que no están cerca de zonas con bancos», se lamenta Solana.
Propuesta al alcalde
Esta agrupación tiene previsto reunirse con el Ayuntamiento de Badajoz en septiembre y el problema de falta de cajeros será uno de los que pongan sobre la mesa. Pedirán ayuda municipal.
En otras localidades han sido la Diputación de Badajoz o la Junta de Extremadura las instituciones que han promocionado o subvencionado la puesta en marcha de cajeros en municipios que se habían quedado sin ellos.
Además de los barrios de Padre Tacoronte, en la capital pacense han perdido sus cajeros Antonio Domínguez, La Paz, Suerte de Saavedra o Las Vaguadas. A esto se suman barrios que nunca han contado con uno, como el Cerro de Reyes, el Cerro Gordo (solo lo tuvo un periodo de tiempo muy corto) o La Pilara.
«El local donde tenemos la asociación era antes una entidad bancaria, solo tienen que quitar la chapa y volver a poner un cajero»
Guillermo Villasán
Asociación de Vecinos Las Vaguadas
Guillermo Villasán, presidente de la Asociación de Vecinos de Las Vaguadas, considera muy interesante la propuesta de instalar un cajero en los locales municipales. En el caso de su barrio, resalta, sería muy sencillo. Se da la circunstancia de que la agrupación vecinal está instalada en una oficina municipal que antes fue la entidad bancaria del barrio, por lo que ya cuentan con la infraestructura del cajero, incluso el hueco que ocupó, actualmente tapado. «Podrían quitar la chapa y poner en cajero. Lo tienen a tiro si lo quieren hacer aquí».
En Las Vaguadas, desde que eliminaron su único cajero hace dos años, los vecinos suelen desplazarse a Valdepasillas, a cuatro kilómetros de su barrio, para poder conseguir metálico.
En el caso del Cerro Gordo sus vecinos deben salvar una distancia de seis kilómetros hasta San Roque. Este es uno de los barrios que más han peleado por tener cajero propio, pero sin éxito. Incluso negociaron con distintas entidades bancarias, pero no lograron que se instalasen en la zona.
Laura Marcelo es vecina del Cerro Gordo y espera contar con esta herramienta algún día. «Casi todos los vecinos hemos tenido disgustos por este problema, todos contamos casos así. A mí me vino un envío de Correos, tenía que pagar en metálico y me vi en un problema. Afortunadamente le pedí ayuda a un vecino», recuerda.
En Las 800 el problema, en muchos casos, es que los vecinos no tienen coche. «A los que tenemos suerte, nos llevan. Los que no, tienen problemas. Aquí vive mucha gente mayor que no se puede desplazar y que no usa tarjeta al pagar», detalla Paqui Yáñez, de la Asociación de Vecinos de Santa Engracia, que pide al Ayuntamiento que mire por los barrios para buscar una solución.