Borrar
Así estaban ayer por la mañana las Cuestas.
Una barrera de protección libra de vertidos al antiguo basurero de Badajoz

Una barrera de protección libra de vertidos al antiguo basurero de Badajoz

En el rescate de las Cuestas se han invertido en esta primera fase 673.000 euros pero el proyecto global supera los cuatro millones

Antonio Gilgado

Badajoz

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Martes, 18 de septiembre 2018, 07:54

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las montañas de basura en las Cuestas se retiraron a finales de 2017. Había montones de desechos, muebles rotos, plásticos y ripios de obras repartidos por los senderos. En otoño entraron los camiones y las excavadoras para descuajarlo todo y triturar parte del material reutilizable.

Desde la Junta de Extremadura explican que han ejecutado el 100% de esta primera fase de rescate del basurero. Para evitar la reproducción, en los movimientos de tierra han trazado un camino de protección sobre la zona liberada. Los senderos ya no llegan a la explanada, ahora hay cunetas, desniveles y barreras que evitan el paso a los vehículos.

En los trabajos con maquinaria pesada de los últimos meses han trabajado para conseguir lo que técnicamente se llama restauración geomorfológica de taludes, es decir, devolver el terreno a la morfología original, antes de que empezara a contaminarse. El resultado es una enorme explanada de más de once hectáreas con algunos setos y matorrales a la que cuesta llegar en coche o furgoneta gracias a las cunetas y los caminos.

La asociación de vecinos del Gurugú denunció que tras el cierre se seguían arrojando desechos

Con este círculo de protección natural, los que insisten en vaciar en las Cuestas lo tienen más complicado porque el acceso ya no es tan fácil, aunque sigue siendo una zona poca transitada a la que se accede desde la carretera de Campomayor o desde el camino de la depuradora.

La limpieza ha costado 673.000 euros, según la memoria facilitada por la Junta.

Oficialmente el vertedero se clausuró en 2014, pero eso no impidió que la gente siguiera dejando allí los restos de poda, desperdicios o electrodomésticos viejos. Era fácil desprenderse de los desechos sin ser visto.

La asociación de vecinos del Gurugú denunció varias veces que a pesar del cierre, allí se seguía acumulando basura. Ni tan siquiera acabaron con los conatos de incendios en verano o con los que dejaban materiales nocivo como las tuberías de fibrocemento.

En la recogida final, se han ido tratando cada clase de vertido. Las tuberías de amianto se las llevó un equipo especializado, los restos inerte se recogieron o los ripios se trituraron y se compactaron. En esta finca se arrojaron durante años toneladas y toneladas de azulejos, ladrillos o tejas viejas. Las Cuestas fue el aliviadero durante el auge de la construcción en la ciudad. Las grandes urbanizaciones que se levantaron en la periferia antes de la crisis generaron mucha desecho de obra. En la ciudad no había entonces una planta de reciclaje o tratamiento y los autónomos y pequeñas empresas de transporte no podían acudir hasta Olivenza a verter. Fue la solución provisional hasta que definitivamente se cerró. Para aprovechar parte de lo que se descargó allí, la empresa concesionaria ha triturado y compactado para recuperar el suelo degradado y generar un sustrato de cara a una futura reforestación.

El trabajo de compactado ha obligado a mover un volumen considerable de tierra. Según los cálculos de la Junta, en el sellado se han removido 140.255 metros cúbicos. Para hacerse una idea de lo que supone, basta recordar que un contenedor de obra que mueven los gestores de residuos tiene una capacidad de cinco metros cúbicos.

El desplazamiento de material, explican en la memoria de actuación de la Junta, ha servido para corregir los desniveles que se habían formado en los últimos años.

Descontrolado

Mientras funcionó como planta de escombros, el terreno se ocupó de forma descontrolada. Los transportistas descargaban lo más cercano al camino, sin una planificación previa para proteger el terreno.

La recuperación del suelo es solo el primer paso para el rescate definitivo del basurero de las Cuestas. El Ayuntamiento ya anunció cuando lo cerró que el proyecto global costaría más de cuatro millones de euros. La idea pasa por acometerlo por fases para poder a optar a diferentes programas de financiación europea. El siguiente paso es la repoblación de árboles. Ya se han plantado las primeras pantallas de especies autóctonas y algunos setos sobreviven de la operación limpieza.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios