Badajoz tiene diez meses para decidir en qué zonas restringe el tráfico
El Ayuntamiento debe establecer una serie de calles donde solo accederán los coches poco contaminantes o los residentes
El 1 de enero de 2023, dentro de diez meses, Badajoz deberá tener una zona de bajas emisiones, es decir, un área de la ciudad ... donde solo se podrá acceder con vehículos poco contaminantes o de residentes y donde el aparcamiento estará restringido. Así lo marca la Ley del Cambio Climático y la Transición Energética que entró en vigor en mayo del año pasado y cuyo contenido se conoce desde hace cuatro años ¿A qué calles de Badajoz afectará? No se sabe aún.
La Ley de Cambio Climático obliga a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a establecer una zona de bajas emisiones (ZBE). Esta normativa dice que «se entiende por zona de baja emisión el ámbito delimitado por una administración pública, en ejercicio de sus competencias, dentro de su territorio, de carácter continuo, y en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente».
¿Y eso qué supone? Que las localidades afectadas deben establecer un área donde se reduzcan las emisiones contaminantes mediante restricciones de tráfico y teniendo en cuenta el tipo de vehículos, es decir, las pegatinas del distintivo ambiental de la DGT (Dirección General de Tráfico).
Estas pegatinas se establecieron en 2016 y no están muy extendidas porque solo son obligatorias para las ciudades que ya tienen zonas de bajas emisiones, como Madrid. Teniendo en cuenta esta clasificación, cada ayuntamiento podrá establecer cómo restringe el tráfico. La norma general, y lo que ya se está aplicando en algunas ciudades, es que solo los coches con pegatinas cero o ECO pueden circular y aparcar con libertad en las zonas de bajas emisiones, mientras que los C y B solo pueden entrar para ir a un parking a aparcar. La multa habitual es de 90 euros por no respetarlo. Eso sí, los residentes y los vehículos de carga y descarga suelen estar exentos.
Actualmente solo Madrid, Barcelona y Sevilla tienen implantadas zonas de bajas emisiones, aunque hay otras localidades que ya han establecido calendarios para ir aplicando estas restricciones.
En Extremadura
En Extremadura esta medida afecta a Cáceres, Mérida y Badajoz. En el futuro también podría tener que cumplir esta medida la localidad resultante de la unión de Don Benito y Villanueva si se aprueba en referéndum.
La Dirección General de Tráfico ha publicado unas directrices sobre cómo deberían aplicar las ciudades esta medida. Entre ellas propone que se haga por fases para estar preparados el 1 de enero de 2023, pero la mayoría de las 150 localidades afectadas en España aún no tienen implantada la zona, ni siquiera parcialmente.
En la región, sin embargo, la capital pacense es la más retrasada porque en Cáceres y Mérida ya han hablado al menos de estas áreas.
En concreto, en septiembre el Ayuntamiento de Cáceres anunció que va a pedir cuatro millones de euros de los fondos europeos de recuperación para la creación de un servicio público de bicicletas eléctricas de alquiler, cuatro aparcamientos disuasorios (para animar a los conductores a dejar su coche lejos del centro), carriles bici y para ampliar la zona de bajas emisiones con nuevas restricciones al tráfico rodado en el centro de la ciudad.
Por su parte, Mérida ha instalado plataforma única en varias calles del centro y ampliará a otras este tipo de firme. Los responsables municipales han anunciado que pretenden reducir a la mitad el tráfico rodado en estas vías cuando finalicen las obras.
En Badajoz ya hay algunas calles restringidas al tráfico, por ejemplo, Menacho y Francisco Pizarro. Sin embargo, son pocas y en otras vías donde se ha implantado la plataforma única se ha mantenido el mismo tráfico. Por ejemplo Arias Montano, Vicente Barrantes, López Prudencio, San Blas o San Andrés. Todas estas no tienen bordillos, pero cualquier tipo de coches puede pasar por ellas.
¿Dónde sería?
Las directrices de la DGT no marcan que la zona de bajas emisiones tenga que estar en el centro de las ciudades. De hecho proponen distintas posibilidades. También establecen distintos tipos, por ejemplo, contar con un núcleo cerrado en el que no haya tráfico, una zona peatonal y un anillo alrededor en el que las restricciones sean por días o por horas.
Otros tipos son las zonas puntuales que suponen cerrar tramos de ciertas calles en momentos establecidos. También proponen incorporar este modelo, por ejemplo, a zonas industriales y crear un sistema de transporte público para que los trabajadores vayan en estos medios y no muevan sus coches.
El experto en motor de HOY, José Antonio Polo, cree que en Badajoz la zona de bajas emisiones tendría que instalarse en el centro histórico, pero admite que será complicado. «Por ejemplo, si lo haces intramuros afecta a calles como Ronda del Pilar, la avenida de Colón o Juan Carlos I. Haría falta un estudio muy completo, calle por calle, para establecer dónde se coloca».
Polo también destaca que será difícil porque la implantación de los coches eléctricos aún es escasa en la región. De los 430 turismos que se matricularon en enero en Extremadura, solo 26 eran eléctricos y, eso sí, 147 híbridos.
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