El Ayuntamiento de Badajoz licitará de nuevo obras desiertas con un alza de hasta el 50%

Los detalles se conocerán una vez que los concursos sean públicos. Aunque el quiosco de la plaza del Pirulo, los vestuarios del campo de fútbol del Cerro de Reyes y el acondicionamiento del hornabeque del Puente de Palmas como centro de interpretación de la Guerra de la Independencia quedaron sobre la mesa porque a ninguna empresa le salían los números.

De momento, asegura el concejal, no hay obras paradas porque el contratista no pueda asumir el incremento. Pero sí les perjudican «roturas de stocks». Como las fábricas pararon en el inicio de la pandemia en casi todos los países, ahora falta el material que se dejó de fabricar durante este tiempo. Esto, por ejemplo, es lo que tiene la construcción de la piscina de la margen derecha a medio gas, según Mejías, desde hace tiempo. Las más perjudicadas son las actuaciones que requieren de hierro y acero, como la piscina, donde se han producido parones de hasta dos meses.

También se nota la carencia de materiales realizados a base de madera y cobre. O los problemas de la logística a nivel mundial, que provocan retrasos en la entrega de suministros desde hace tiempo.

De todas formas, el concejal añade otros inconvenientes. «El problema es que la obra pare porque la empresa no haga parte de un contrato». Es lo que ocurre en el derribo de los exteriores del Palacio de Godoy. El muro que da hacia la calle Joaquín Costa desaparecerá tras los Carnavales. Pero este contrato incluía la demolición del edificio de asociaciones y esto está parado de momento por la aparición de fibrocemento en las cubiertas.

Mejías incide en que el incremento de los precios es un gran problema en las obras del sector público porque las variaciones se producen por semanas. Sin embargo, la tramitación de los contratos requiere de hasta ocho meses. El resultado es que «los precios quedan desfasados y los concursos desiertos». Por este motivo han hecho «una previsión para aumentar la dotación económica para que las licitaciones sean atractivas y esperemos que los problemas queden solventados».

El otro concejal del que dependen las obras municipales es Carlos Urueña, que está al frente de Urbanismo y Vías y Obras. Su departamento hace más actuaciones en la vía pública, como arreglo de aceras y aglomerar calzada. En su caso, los nuevos contratos ya están saliendo a concurso con un alza de entre el 15 y el 25%.

«En las obras que nosotros hacemos en la delegación no tenemos estructuras metálicas, que son las que más han subido. Pero sí que ha habido un incremento del coste de baldosas, hormigón y ladrillos. Lo que más subido es el aglomerado y el acerado». incide.

En su caso, ninguna actuación se ha quedado sin adjudicar. Pero el aumento del precio hace que puedan hacer menos obras. «Comparado con el año pasado, ahora podemos hacer un 20% menos de obra porque los materiales se han encarecido un 20%. Lo que antes costaba un millón, ahora 1,2 millones de euros y eso supone un 20% menos de obras. Sí que afecta», afirma.

Las obras que ahora tiene sobre la mesa están acogidas al plan de impulso a la economía local, para la que el propio Ayuntamiento pidió un préstamo de 21,1 millones de euros a finales de año y que amortizará con ahorros en primavera. En este sí están recogidas las alzas.

«No podemos sacar precios desactualizados porque se crea un problema a los constructores y a la larga es un problema para todos. Hay que pagar las cosas lo que valen», incide.

Por eso en el Ayuntamiento revisan las tablas de precios para ajustarlos. «Otra cosa es que después las empresas presenten bajas de un 20 o un 30% en sus ofertas. Las tienen que justificar, pero cada empresa decide conforme a sus números. (...) Un proyecto se tiene que ver como un todo, el promotor mira en general, no lo que gana y pierde por partida».

Este incremento, sin embargo, no tendrá reflejo en el presupuesto municipal de 2022 para la delegación de Vías y Obras. En su caso, tiene tres grandes contratos que se adjudicaron en 2020 para tres años. Son los de asfaltado, acerado y señalización (pintura viaria). «Estos contratos ni suben ni bajan porque son a tres años».

Sin embargo, el encarecimiento de los costes fue el motivo que alegó el contratista del derribo del matadero en El Nevero y la construcción de una nave para paralizar la obra. Los servicios municipales estudian la respuesta, pero aún no está claro que le respondan afirmativamente.

«En el resto de las obras que teníamos en marcha no nos han puesto ningún problema. Los propios contratistas asumen el incremento», indica Carlos Urueña.

Todos estos problemas que advierten los concejales Jaime Mejías y Carlos Urueña no son exclusivos del Ayuntamiento de Badajoz. Entre diciembre y enero, diez proyectos de la Junta y la Diputación de Badajoz por un montante de tres millones de euros.

Los empresarios llevan tiempo pidiendo que el aumento de los materiales se traslade a los concursos de obras. La Confederación Extremeña de la Construcción (CEC) pedía revisar los contratos por el aumento de los costes en diciembre, tras un año progresivo de encarecimientos. De media, cifraba el incremento en un 22% tras un estudio en más de 300 obras. Certificaban que si los áridos habían subido un 18%, la madera lo había hecho hasta en un 125%. En medio, una horquilla para el resto de componentes de una obra. Y, de ahí, que en Badajoz unas obras municipales el incremento sea de hasta el 50% y en otras de un 15%.

La subida del coste ha provocado que una de cada cuatro obras haya sufrido retrasos o desabastecimiento de algún material, según la CEC.