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Poco mantenimiento y poca vigilancia. El Club Juventud UVA quiere que el Ayuntamiento le ceda las instalaciones una vez que se arreglen para encargarse ellos del mantenimiento y control de acceso. :: pakopí
El Ayuntamiento de Badajoz arreglará las pistas de la UVA antes de cambiarles el nombre

El Ayuntamiento de Badajoz arreglará las pistas de la UVA antes de cambiarles el nombre

El Club Juventud UVA quiere que le cedan las instalaciones deportivas una vez que se reparen para encargarse de su uso y mantenimiento

MIRIAM F. RUA

BADAJOZ.

Martes, 30 de enero 2018, 08:00

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Viendo las imágenes que tienen actualmente las instalaciones deportivas de la UVA, cualquiera podría imaginarse la escena de una película de negros jugando al basket y escuchando rap en pleno barrio del Bronx.

La marginalidad que trasmite no concuerda con lo que pasa dentro. Casi un centenar de niños del Club Juventud UVA usan estas pistas municipales de las 800. Aquí entrenaba y jugaba al fútbol el pequeño Víctor, que perdió la vida el domingo 21 de enero a los 5 años.

La fatalidad ha convertido en actualidad el estado de las pistas deportivas de las 800, a raíz de la declaración institucional que hizo el pleno municipal el pasado viernes. El alcalde anunció que por acuerdo de todos los grupos políticos se había decidido ponerle el nombre de Víctor a las instalaciones deportivas de la UVA como homenaje.

La noticia fue acogida con agradecimiento por la familia del pequeño pero también con una petición. Que se arreglen las instalaciones antes de cambiarle el nombre. Así lo decía Antonio Díaz 'Canete', padre de Víctor a HOY. Y así será, el Ayuntamiento pondrá a punto las instalaciones y luego vendrá el homenaje.

El propio concejal de Deportes, Miguel Ángel Rodríguez de la Calle, reconoció ayer que pensaba igual. «Hasta que no estén arregladas, no se le va a poner el nombre, en eso estoy de acuerdo con el padre».

La mejora de las instalaciones será inminente, asegura. Precisamente, ayer estuvo una empresa para valorar los desperfectos. «Estaba previsto una mejora en el mantenimiento de las instalaciones antes de que pasara esto», defiende Rodríguez de la Calle, quien insiste en que no es una decisión oportunista, sino planificada con anterioridad al fatal suceso.

Las instalaciones de la UVA tienen dos pistas agrietadas y con agujeros «en los que les cabe el pie a los niños», describe Jorge Ots, uno de los fundadores y entrenador del Club Juventud UVA. Este es el desperfecto más peligroso, por el riesgo de lesión no solo de los niños del Club sino de los clubes visitantes que los fines de semana juegan en estas pistas su liguilla.

«Todas las semanas recibimos equipos y los padres se nos quejan por el estado de las pistas, pero el árbitro no suspende los partidos y nosotros no tenemos alternativa para jugar en otro sitio», añade.

Cemento para las pistas

En varias ocasiones, el propio Club los ha reparado. Ayer fue la última vez. Uno de los padres del equipo de la categoría zagalín, les echó cemento para nivelar las pistas.

La malla metálica perimetral también necesita una reparación, porque está rota en algunas zonas por donde se cuelan los balones. Y la pared exterior, entre pintadas y humedad ofrece una pésima imagen a las instalaciones.

Lo único que se salva, dice el Club, son los vestuarios, que no haría falta tocarlos.

El responsable municipal de Deportes confirma que «se van a arreglar todos los desperfectos que tengan las pistas». Esta noticia que recibió ayer el Club por HOY fue valorada con esta frase: «Desde donde esté, Víctor nos está ayudando».

Ots reconoce que además de la falta de inversiones también se hace un mal uso de las instalaciones por gente ajena al club de fútbol. La asociación de vecinos tiene un acuerdo con el Ayuntamiento, por el que se encarga de la limpieza diaria y el control de los accesos, pero a juicio del entrenador «no están muy pendientes».

Por eso, el Club va a proponerle al Ayuntamiento que le ceda la gestión de las instalaciones una vez que las arreglen. «Nosotros podríamos hacernos cargo del mantenimiento, podríamos poner la mano de obra para reparar lo que haga falta, y también de la limpieza», resalta Jorge Ots.

Añaden además, que su gestión no impediría el disfrute de las instalaciones por parte de los chavales y de la asociación de vecinos del barrio, pero se encargarían de controlar sus usos. «Si nos las cedieran podríamos abrir las instalaciones uno o dos días para la gente del barrio pero con nuestra vigilancia y siguiendo unas normas para que duren».

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