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La Asociación Contra el Cáncer ofrece ayuda a domicilio para enfermos paliativos

La Asociación Contra el Cáncer ofrece ayuda a domicilio para enfermos paliativos

El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Dolores Bas de Arus y surge por la demanda de las familias

A. GILGADO

Badajoz.

Lunes, 13 de julio 2020, 08:17

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La Asociación Española Contra el Cáncer analizó las necesidades en cuidados paliativos. Las familias echaban en falta un apoyo rápido y la delegación de Cáceres puso en marcha un servicio urgente de ayuda a domicilio con éxito. Rocío Contreras, trabajadora social de la organización en Badajoz, propuso el año pasado replicar el modelo de Cáceres. Agradece el apoyo financiero que la Fundación Bass de Arus cuando le presentaron la iniciativa.

Empezaron en septiembre. En esencia, explica, quieren que ni los pacientes ni los enfermos oncológicos en paliativos inicien solos el proceso. Los servicios públicos ofrecen asesoramiento y ayuda, pero hasta que se ponen en marcha y se resuelven los trámites pueden pasar varias semanas.

En la asociación han comprobado que no siempre se puede esperar tanto tiempo. «Trabajamos para que haya un cuidador desde el momento en que vuelven al domicilio tras la hospitalización y de esta forma la familia también pueda reorganizarse y afrontar la situación».

Los auxiliares que participan en el proyecto han pasado cursos especializados de atención a paliativos

Una vez surge la demanda en el hospital, Rocío se encarga de activar a un cuidador con el horario y el perfil más apropiado en cada caso. Hay quien lo requiere por la mañana para la higiene y el aseo. O quien lo prefiere por la tarde para los cambios de postura.

En los pocos meses de funcionamiento, ya han notado el impacto positivo entre los usuarios. «Los auxiliares son una joya aunque muchas veces su trabajo no se valore». Aportan confianza, según ha observado Rocío.

Ha percibido que el cuidador se siente más seguro con alguien que le guíe al principio o que pueda ausentarse puntualmente. Un respiro siempre necesario.

Tienen como principio atender a enfermos y no olvidarse de los familiares. Y este proyecto parte de esa filosofía. «Queremos que el tiempo que les queda juntos sea lo más cómodo posible y en casa siempre resulta más fácil que en un hospital». Los auxiliares que participan en el proyecto han pasado cursos especializados de atención a pacientes paliativos y cuentan además con el certificado de profesionalidad. Este tipo de necesidades se detectan porque las redes familiares se resienten ante una enfermedad larga o crónica.

Los programas de asistencia tienen cada vez más demanda. No siempre hay una familia detrás de un enfermo.

Aunque en un principio se diseñó para ayudar en casa, en estos meses han acompañado en el hospital a los que no tienen a nadie y van a pasar el tratamiento paliativo sin regresar a sus domicilios. «Queremos que estén acompañados de alguna manera, por eso derivamos a cuidadores al hospital, aunque son pocos casos».

Entre septiembre y diciembre del año pasado los auxiliares de respuesta rápida trabajaron 300 horas, con una estancia media de 18 días por paciente.

Los números del semestre de 2020 no son representativos precisamente por la reorganización con la alarma sanitaria.

El Ayuntamiento y la Junta de Extremadura suspendieron sus programas de ayuda en casa cuando se decretó el estado de alarma por el riesgo de contagio y la AECC mantuvo el contacto con los más vulnerables gracias a cuidadores de este mismo programa.

La organización mantienen una relación constante con la unidad médica del hospital para identificar los casos de personas solas o con poca familia. A los que cuentan con una red parental fuerte puede afectarles la toxicidad económica del cáncer. Un estudio realizado por la asociación el año pasado refleja que una familia promedio puede llegar a aumentar sus gastos destinados a salud entre un 4% y un 15% tras un diagnóstico.

Aunque hay políticas púbicas para amortiguarlos, en la AECC trabajan con respuestas rápidas y permanentes para una cobertura mínima de desplazamiento, vivienda o asistencia en casa durante el proceso oncológico.

A veces el diagnosticado es el único con ingresos estables de la unidad familiar y la disponibilidad económica decae al depender de la baja por enfermedad. «En situaciones de crisis económica como la actual esa toxicidad también repunta porque vamos a tener a más familias con dificultades y necesitan una respuesta ágil».

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