«Lo apuñaló sin compasión, quería matarlo», dice la novia del fallecido en Monesterio

«Se sacó una navaja del bolsillo del pantalón y le hizo así. Sin compasión ninguna, su mente era matarlo». Así recordó ayer la novia del fallecido en Monesterio en 2017 el momento del apuñalamiento que acabó con la vida de su pareja. Ayer, la segunda jornada del juicio se centró en las declaraciones de los testigos que presenciaron el incidente el 21 de julio de hace dos años en el paseo de Extremadura.

Los primeros en testificar fueron los padres y la hermana de Ismael I. V., la víctima, que no presenciaron el incidente, pero confirmaron que la relación su familiar con una mujer de etnia gitana fue el origen del conflicto con otro clan afincado en la localidad al que pertenece el acusado por el crimen, José J. V.

A continuación testificó la pareja de Ismael I. V. que explicó que, aplicando la ley gitana, los parientes del acusado le dieron tres meses para que sus hijos se marchasen de Monesterio. «Me dijeron: 'sus vais' porque, cuando entran los gitanos en un pueblo, tienen que pedirle permiso a los que ya están». 15 días después, según su testimonio, comenzó un acoso continuo de la familia del procesado que acudía a la puerta de su casa «con palos, cuchillos y hachas».

«Te voy a quitar la vida, 'pazo' de payo». Es la frase que, según la pareja de la víctima, le dijo José a Ismael días antes del enfrentamiento que acabó con su muerte. En cuanto al 21 de julio de 2017, la mujer relató que José fue hacia ellos increpándoles, que la golpeó con su bastón y luego trató de dar a Ismael. Luego vio como sacó una navaja y apuñaló a su pareja.

La versión de esta mujer contradice la del acusado, que el primer día del juicio alegó defensa propia. Admitió que trató de golpearlos con su bastón, pero indicó que Ismael se lo quitó y le devolvió los golpes hasta abrirle una brecha en la cabeza. Entonces, según el procesado, se cayó al suelo, encontró un objeto punzante y se lo clavó.

Una de las testigos presenciales apoyó ayer el relato del acusado sobre los golpes que recibió. La empleada de un bazar cercano salió al escuchar ruidos y aseguró que vio como Ismael golpeaba a José. Sin embargo, se marchó para buscar a su hijo y no presenció el apuñalamiento.

Un matrimonio que compraba en el mismo bazar también salió a la calle. Tampoco vio el momento exacto de la puñalada, pero sí instantes después y confirmaron que ambos hombres estaban de pie contra lo que declaró el acusado. También relataron que a José J. V. lo sujetaba uno de sus hijos para evitar que volviese a agredir a la víctima. «Si no llega a ser por el hijo, vuelve a por Ismael», dijo uno de los testigos. Su mujer añadió que le gritó al acusado que se marchase, cosa que hizo, y comenzaron a asistir al herido que, sin embargo, murió poco después.

El juicio continuará hasta mañana con el testimonio de los investigadores y los forenses antes de que los nueve miembros del jurado inicien las deliberaciones.