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Directo Directo | Ninguna procesión de las tres previstas en Badajoz sale a la calle

Día del Amanecer

EL LEÓN Y LA COLUMNA ·

ALBERTO GONZÁLEZ | CRONISTA OFICIAL DE BADAJOZ

Domingo, 2 de agosto 2020, 12:50

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Mañana se cumplen 528 años de uno de los hechos más decisivos de la historia universal: la salida de Colón del puerto de Palos con tres carabelas, el 3 de agosto de 1492, en aventura que culminaría con el descubrimiento del Nuevo Mundo el 12 de octubre.

Un episodio relacionado directamente con Badajoz por dos circunstancias: una, que la empresa fue financiada en parte importante por esta ciudad; y la otra, que uno de los que la protagonizó era paisano nuestro: el badajocense Diego de Jara y Torpa.

La segunda mitad del siglo XV fue para Badajoz de gran pujanza, lo que le permitió aportar dinero y soldados para la conquista de Granada. Y tras ello participar de modo destacado en la empresa americana. Pues, aunque es poco conocido, el primer viaje de Colón fue financiado, más que con las famosas joyas de la reina Isabel, por la ciudad de Badajoz y su Obispado con fondos de la Bula de la Santa Cruzada de 1492 y otras aportaciones. La recaudación se extendió a las diócesis de Plasencia y Orden de Santiago y se complementó con impuestos a los judíos y otros colectivos, alcanzando en total tres millones de maravedís, de los que más de la tercera parte se obtuvieron solo en Badajoz por la eficaz gestión del obispo Bernardino de Carvajal y el Comisario de la Bula, Alonso de Cabezas.

Remachando la aportación de Badajoz y Extremadura a la empresa americana iniciada el 3 de agosto de 1492, de los noventa hombres que la emprendieron nueve, esto es, la décima parte, eran paisanos. Uno, Diego de Jara y Torpa, veterano de las guerras de Italia y Granada, de Badajoz; dos de Villanueva de la Serena y los demás de Castuera, Cabeza la Vaca, Mérida, Cáceres, Logrosán y Talavera la Vieja.

Con lo que Badajoz fue de las pocas ciudades que tuvo corresponsal directo en uno de los que Stefan Zweig llama momentos estelares de la Humanidad. Aunque no volvió para contarlo, pues murió al poco en la tierra recién descubierta defendiendo su primer fuerte.

Una hazaña colosal que solo fue posible porque cuando se realizó había cosas que hoy no hay, y no había otras que hoy abundan. Había reciedumbre en la gente; arrojo; sentido del deber; afán de superación; deseo de aventura ... Y no existían instituciones que ignoran que además de derechos los hombres tienen deberes; ni normas que en lugar de estimular el esfuerzo consagran el mínimo trabajo; ni jornadas reducidas; ni comités de marineros; ni grumetes liberados... De haber existido, como no se hubieran podido izar a mano las velas, por ser muy trabajoso, las naos no se hubieran movido.

El Frente de Juventudes, resaltando su significación iniciática y esperanzadora celebró el 3 de agosto como Día del Amanecer, en efeméride que luego asumieron en igual sentido los Boy Scouts.

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