El albergue del Revellín de Badajoz cumple cuatro años cerrado

En 2009 el Ayuntamiento de Badajoz invirtió 1,3 millones de euros en rehabilitar este monumento y convertirlo en un albergue. En 2013 le concedió la gestión a una empresa privada, pero al terminar el contrato, en noviembre de 2017, no se renovó. En principio, el Consistorio indicó que sería un cierre temporal para instalar una nueva cocina y cambiar las condiciones del contrato. Pero nunca volvió a salir a concurso.

Tras el nombramiento de la nueva corporación municipal, el concejal de Juventud, Juancho Pérez, aseguró que este servicio reabriría, pero con novedades. Incorporaría uso hosteleros, un restaurante o un bar, para hacer más rentable el servicio. No hubo avances y la pandemia paralizó por completo la idea. De hecho, durante algunos meses estas instalaciones fueron usadas por la Policía Local. Los agentes se dividieron en distintas sedes para evitar aglomeraciones durante la peor época del covid-19.

Una vez pasada la peor racha de la pandemia y con las restricciones desaparecidas, tampoco se ha retomado la apertura del albergue. HOY ha consultado al Ayuntamiento pacense si hay novedades, pero no ha obtenido respuesta.

Esta estructura del siglo XVIII fue primero una fortificación que protegía la entrada a la ciudad. En el siglo XX perdió su uso militar, pasó a ser municipal. Se convirtió en la sede de los bomberos y el Consistorio edificó una torre en el centro. Esta fue demolida en 2011 dentro de la reforma para hacer el albergue.

El problema de este hospedaje fue el coste que suponía para las arcas municipales. El Ayuntamiento de Badajoz debía pagar 18.000 euros al mes a los gestores por su trabajo y la ocupación de las habitaciones era baja. En el último año que estuvo abierto, 2016, fue del 8%.

El albergue cuenta con 62 plazas en once habitaciones. También tiene espacios comunes como una recepción, dos almacenes, un cuarto de lavado, una zona para desayunar y una sala de televisión. Cuando estaba abierto, además, fue la sede de varias asociaciones juveniles y se organizaban eventos culturales casi todas las semanas.