Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Las alumnas y el profesor Del Moral de los Maristas haciendo su experimento contra el camalote. JOSÉ VICENTE ARNELAS

Agua oxigenada para matar al camalote

Investigación. Tres alumnas de cuarto de la ESO de los Maristas han logrado acabar con el 70% de una planta similar al jacinto de agua rociándole peróxido de hidrógeno

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 7 de junio 2020, 09:07

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Quince años después de la aparición del camalote en el Guadiana y tras más de 30 millones de euros invertidos para frenar su propagación y sacarlo del río, el remedio para acabar con esta planta invasora podría ser el mismo que para desinfectar las heridas, el agua oxigenada.

Eso es lo que han probado en el laboratorio del colegio Maristas de Badajoz tres alumnas de cuarto de la ESO, tomando el testigo de una investigación iniciada en la Universidad de Extremadura. Han rociado con peróxido de hidrógeno una planta acuática de características similares al camalote. El resultado que han constatado es que el 70% de la masa vegetal ha muerto con una sola aplicación.

La idea surgió en la asignatura de biología. Estudiando la hidrología del Guadiana, Julia Vallejo, Raquel Jiménez y Gema Muñoz formaron un grupo dedicado a las especies invasoras, donde estudiaron el camalote. A raíz de su interés, su profesor, el biólogo Jerónimo del Moral, les propuso formar un grupo de investigación que avanzara en la prueba que él mismo junto con otro profesor del colegio habían hecho en los laboratorios de la Universidad de Extremadura.

Desde diciembre y hasta que empezó el confinamiento, fuera de las horas lectivas, las tres jóvenes han pasado las tardes encerradas en el laboratorio para investigar el comportamiento de la planta al entrar en contacto con el agua oxigenada. No han podido hacer el experimento con el camalote ya que tanto su extracción del río como el tráfico de la planta están prohibidos para evitar que se extienda la plaga.

Como alternativa han trabajado con la lechuga de agua, una especie también exótica catalogada desde el año pasado como potencialmente invasora. Sus hojas tienen una forma muy parecida a las del canónigo pero más gruesas. «Procede de la misma área de distribución, Centroamérica, y tanto su comportamiento como su forma de reproducirse es similar a la del camalote», certifica Del Moral.

El método ha sido muy sencillo. Han metido en botes con agua que han cogido del río Guadiana la misma cantidad de planta y en tres de ellos han pulverizado sobre las hojas una proporción diferente de agua oxigenada. «El primer bote es la muestra de control, donde la planta no tiene tratamiento, en los otros tres le hemos echado una concentración del 1,5, 3,5 y 4,5% de agua oxigenada respectivamente. A simple vista se percibe la evolución de la degradación tanto de la raíz como de la hoja de la planta», explica Julia Vallejo.

Entre el primer bote –sin tratamiento– y el último –rociado con la concentración más alta de peróxido de hidrógeno–, el 70% de la planta ha muerto.

Este es el resultado que han constatado estas tres chicas de 15 años. «Hemos pasado de entre el 40 y el 60% de muerte de la planta que habíamos visto nosotros en la Universidad con dosis de agua oxigenada más bajas al 70% que han llegado ellas –las alumnas– con una concentración mayor», contextualiza el profesor.

El margen de eficacia podría ser aún más amplio ya que, según Del Moral, la Unión Europea permite aplicar hasta un 5% de agua oxigenada.

Inocuo para el agua y las aves

Este hallazgo abre la puerta a una solución que podría acabar con el problema del camalote sin afectar ni a la calidad del agua ni al ecosistema del Guadiana. «El agua oxigenada es una molécula muy sencilla que, a temperatura ambiente y con luz solar, se degrada sola sin dejar residuos. Ellas han comprobado el Ph y han visto que la calidad química del agua no variaba con ninguna de las concentraciones», defiende el profesor.

El método sería además barato. Según la aproximación hecha por Del Moral, con un euro de agua oxigenada al 3% (la que está en todas las casas), se podría tratar una hectárea del camalote.

Con todo, el profesor defiende que el tratamiento con agua oxigenada es una herramienta más para combatir el camalote, que debe combinarse con la extracción masiva de la planta del río. «En agricultura para controlar un plaga no se trabaja solo con un método sino con varios y eso es lo que hay que hacer en este caso. Si unimos a la recogida del camalote el tratamiento con agua oxigenada, lo más probable es que en poco tiempo podamos deshacernos de la plaga», asevera.

No obstante, la Universidad retomará ahora la investigación para hacer los análisis de fisiología molecular y con los resultados, los someterán a la crítica de la comunidad científica antes de llamar a la puerta de la Confederación.

Al margen de esto, las alumnas (que van a optar a los 'Premios Investigar en Ciencias' de la UEx y al 'Certamen de Jóvenes Investigadores' del Ministerio de Ciencia) reconocen que entran en el laboratorio y se ponen la bata con la satisfacción de estar ayudando a la ciudad. El profesor, por su parte, destaca que este tipo de grupos «son la esperanza de conseguir unir la Secundaria con la Universidad en una investigación que, además, tiene un fin social concreto».

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios