Abre un nuevo comedor social que repartirá cenas en la margen derecha de Badajoz
El proyecto, que atiende a 30 familias pacenses, acaba de echar a andar de la mano de la iglesia evangélica y la asociación Saguaro
Badajoz cuenta desde ayer con un nuevo comedor social, que ha echado a andar con el reparto gratuito de cenas para recoger. Detrás de este proyecto están las distintas sedes extremeñas de la iglesia evangélica 'Filadelfia' (en la ciudad, están en la 'autopista') y la asociación Saguaro Inclusión.
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El nuevo centro está en la margen derecha, concretamente en la avenida Padre Tacoronte, en un local que antes funcionaba como churrería y que tiene las instalaciones de cocina preparadas para que los voluntarios, cocineros y ayudantes, puedan elaborar las comidas.
En su jornada de estreno, atendieron a una treintena de familias necesitadas, a las que les prepararon un menú compuesto por ensalada de pasta, carne con tomate y patatas y zumo.
«Como estamos empezando hemos pensado repartir comida para las cenas, porque para almorzar ya hay comedores sociales que ofrecen ese servicio», explica Vicente Gutiérrez, quien fue presidente del Arca de Noé y quien ahora está, junto con José Salazar, al frente del comedor.
El hecho de que el servicio sea para llevar, es decir, que no hayan abierto un comedor físico está condicionado por la pandemia, pero con este proyecto aspiran a que cuando el coronavirus sea historia o al menos deje de ser una amenaza, puedan abrir las puertas de su local para que las personas sin recursos puedan cenar allí. «Sobre todo pensando en los transeúntes, en los que no tienen casa, a los que no podemos llegar con el servicio para llevar. Para ellos, sobre todo, queremos abrir el comedor y ofrecer un servicio de ducha y ropero, pero no queríamos retrasar más la apertura y por eso hemos empezado con las cenas para llevar».
De momento, han arrancado el nuevo comedor tirando de las «ofrendas que han hecho las distintas iglesias evangélicas de Extremadura y del trabajo de voluntarios», explica Gutiérrez, aunque espera que cuando estén más rodados puedan recibir ayuda del Banco de Alimentos o de Cruz Roja.
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El hecho de abrir un comedor social en la margen derecha responde a dos cuestiones. Una de oportunidad, ya que el local donde están al ser un antiguo bar tiene la infraestructura para poder elaborar y servir comidas y además, añade Gutiérrez, «es de Santiago Cuadrado, el del Cash al Corte, que nos lo ha dejado cuatro meses gratis y luego hemos acordado un alquiler barato».
«Es el lugar idóneo porque hay barrios con mucha necesidad como El Gurugú, las 800 o Los Colorines»
La segunda razón es atender a una bolsa importante de población con pocos recursos que vive en los barrios que están al norte de la vía del tren, donde no hay ningún recurso de este tipo. ya que los dos comedores sociales que funcionan en la ciudad (el de San Vicente de Paúl, en San Pedro de Alcántara, y el de las Hijas de la Caridad, en Martín Cansado) están en el Casco Antiguo.
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«Queremos que esto sea un lugar de refugio para el necesitado. Y este es el lugar idóneo porque la margen derecha está desatendida y hay barrios con mucha necesidad como El Gurugú, las 800 o Los Colorines, aunque nace para toda la ciudad».
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