«Quiera Dios que vuelvan sanos y salvos»
Bótoa acogió ayer el acto de despedida de los 300 militares que viajarán desde el 9 de junio a Letonia para una misión de 6 meses
Natalia Reigadas
Jueves, 11 de mayo 2017, 23:21
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El cabo primero Juan Redondo va a tener un sobrino a final de mes. Su hermana Laura, embarazada de 8 meses, no sabe aún si podrá conocerlo antes de marcharse a Letonia a un despliegue de seis meses. La madre del militar, María Dolores Rivas, espera con resignación el momento de ver marchar a su hijo a la que será su sexta misión. «Él ha venido aquí porque ha querido, hace lo que quiere y va feliz», dijo ayer esta mujer, que se emocionó al pensar en el momento de la partida. «Aguanto hasta que despega el avión. Cuando despega, me vengo abajo. Quiera Dios que vengan sanos y salvos».
Esta madre extremeña representa el sentir de muchas familias de militares que estos días se mentalizan para ver partir a los suyos. En total serán 300 los soldados de la misión española. 250 pertenecen a la Brigada Extremadura XI de la base General Menacho, y 50 a la Agrupación de Apoyo Logístico Valladolid. Y ya se conoce la fecha. Ayer el general jefe de la brigada, Francisco José Dacoba Cerviño, anunció que los movimientos de vehículos y tropas serán a principios del mes de junio.
En concreto, los mandos del grupo extremeño en la misión ya están en Letonia y el próximo día 22 de mayo viajará otro grupo de oficiales. El 4 de junio los vehículos embarcarán en el puerto de Vigo. Serán 80 unidades de material militar pesado. Es la primera vez que España moviliza estas armas al exterior. Desde Badajoz viajarán 6 carros acorazados Leopardo y 14 blindados modelo Pizarro.
El 9 de junio será el viaje del grueso de las tropas de la Brigada Extremadura XI y el día 12 tanto los soldados como los vehículos deberían estar en Riga, la capital de Letonia.
El despliegue de los extremeños forma parte de una misión de la OTAN que también incluye tropas de Estados Unidos en Polonia, de Alemania en Lituania y de Reino Unido en Estonia. Es una misión particular. Lo habitual es que los soldados de Bótoa acudan a zonas de conflicto, pero en este caso es un despliegue preventivo en un área con tensiones políticas. Tras la entrada en Crimea por parte del ejército ruso en 2014, la Alianza Atlántica acordó reforzar su presencia en los países fronterizos con Rusia con fines disuasorios.
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Un contingente disuasorio
En este ambiente, indicó ayer el general Dacoba, «no es de esperar» una confrontación «pero es una misión de carácter disuasorio». El jefe de la Brigada Extremadura XI indicó que se trata de «un contingente contundente, potente y resolutivo puesto que, si de disuadir se trata, la mejor disuasión es la que es creíble y ese es el mensaje que pretende dar la Alianza Atlántica».
La mujer del cabo primero Juan Redondo, Soledad Galán, también espera que la misión que inicia su marido vaya bien. Recuerda que la más peligrosa fue en Irak. Ayer acudió a la base General Menacho con sus dos hijos, que aseguraron estar muy orgullosos de su padre. El motivo fue el acto oficial de despedida a los 300 soldados que se van a Letonia.
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La despedida, que incluyó una parada militar y un desfile de los carros de combate y los blindados, tuvo lugar bajo una intensa lluvia y un viento helado. Muchos asistentes indicaron que fue una forma de aclimatar a los militares al tiempo que se encontrarán en Riga. Esperan que roce los cero grados al llegar y empeorará cuando se acerque diciembre, mes en el que esperan volver a casa.
Tras la revista a las tropas y el himno de España, ayer tomó la palabra el comandante Juan Vicente Cardona. Destacó el esfuerzo en los cinco meses de entrenamiento antes de la misión y pidió a los militares que viajarán que mantengan su confianza en ellos mismos y en sus compañeros. «Mantened la concentración para que todos volvamos a casa sanos y salvos», concluyó. El comandante Cardona también destacó que España será el segundo país que más medios movilice en la zona por detrás de Canadá, que llevará el mando de la misión. En Letonia también habrá tropas de Albania, Eslovenia, Italia y Polonia.
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El general Dacoba también se dirigió a los asistentes, autoridades militares y familiares de los desplegados, para mostrarles su apoyo. «Tengo plena confianza en todos y cada uno de vosotros y os deseo todo tipo de éxitos. Os esperaremos con los brazos abiertos».
Tras el desfile acorazado mecanizado, los soldados y sus invitados se reunieron. Muchos de ellos comentaron que estos militares tendrán unos días libres antes de la misión. Será el momento, según destacaron, de disfrutar de la familia antes de pasar seis meses separados.
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