Las losas sueltas obligan a nuevas obras en el paseo de San Francisco

La zona en la que están actuando fue sometida a una ambiciosa remodelación a mediados de 2015. Entonces, el Consistorio encargó a la empresa Gévora construcciones la creación de la plataforma peatonal en Vasco Núñez, Felipe Checa y el lateral del paseo de San Francisco.

La obra costó casi 600.000 euros que fueron financiados en un 80% con fondos Feder y pudo ser inaugurada a finales de 2015. Pero muy pronto los vecinos comenzaron a denunciar que algunas de las losetas colocadas se movían al paso de los coches. «Si por aquí sólo pasasen peatones, ese suelo sería estupendo, pero es que hay circulación», se lamentaba ayer Esther Tejado, responsable de la tienda de moda E.vetements.

La fachada de su negocio está en el lateral del paseo de San Francisco y durante el último año y medio ha visto trabajar a varias cuadrillas en la fijación del suelo. «Yo creo que al principio venían de la empresa que hizo la obra, pero ahora son del Ayuntamiento», confirmó. Su apreciación era acertada puesto que los obreros que estos días sustituyen el pavimento pertenecen al Servicio de Vías y Obras del Ayuntamiento de Badajoz. Llegaron a la zona el lunes y tienen el encargo de reponer las piezas que no están fijas al suelo.

Desde la Concejalía de Vías y Obras se dijo ayer que «al ser una zona de alto tránsito, cada cierto tiempo hay que reparar el pavimento».

Ayer al mediodía ya habían sido sustituidas losas de granito en una docena de puntos, pero esos parches no impiden que siga habiendo decenas de piezas sueltas frente a la fachada de Hacienda y la antigua sede de Caja Badajoz. «Cada vez que surge un desperfecto el Ayuntamiento trata de solucionarlo lo antes posible», indica el Consistorio.

Ese empeño municipal es reconocido por los vecinos y los empresarios del entorno, pero muchos se preguntan si no habría sido más adecuado utilizar un tipo de suelo distinto que resultase adecuado para el paso de vehículos. Otros, en cambio, plantean que tal vez el problema esté en que las losas no han sido fijadas correctamente.

En el proyecto de obras que sacó a concurso el Ayuntamiento se indicó que esa plataforma única debía tener una base de zahorra artificial que fue presupuestada en 19,82 euros por metro cúbico. Sobre ella debía ir una solera de hormigón de 15 centímetros para la que se presupuestaron otros 12,49 euros por metro cuadrado.

Finalmente, el pavimento que está a la vista tenía que realizarse con losas de granito nacional gris quintana con un grosor que en unos casos debía ser de 8 centímetros (el coste por metro cuadrado colocado era de 75 euros) y en otros de 10 centímetros (96 euros el metro cuadrado).

Quienes ayer vieron trabajar al personal de Vías y Obras pudieron observar que las losas que están siendo levantadas tienen 8 centímetros de grosor. Eso les permite soportar el peso de los vehículos que transitan por la zona sin fracturarse. Pero el mortero de cemento que se utilizó para fijarlas al suelo no ha logrado mantenerlas sujetas y se cuentan por decenas las piezas que permanecen sueltas.

Esa circunstancia convierte la nueva plataforma única en una especie de piano en el que las losas actúan como teclas que emiten sonidos al paso de los vehículos. «Y eso que ahora hay menos tráfico que antes», añadía otra empresaria.